FUNDAMENTOS DE LA LEY 14781
“Los progresos de la medicina y de la bioingeniería podrán considerarse verdaderos logros para la humanidad cuando todas las personas tengan acceso a sus beneficios y dejen de ser un privilegio para las minorías”. (Buenos Aires, Congreso de Bioingeniería 1999) Sr. Presidente: Jovial y campechano, su personalidad no desdeña el acento grave para la reflexión. Le pudo bastar con el prestigio que le dio la ciencia médica, en la que puso todos sus afanes, pero nació con compromiso ético, que lo llevó permanentemente a echar una mirada, no siempre contemplativa, a los vicios y carencias de la sociedad. Siempre habló desde la conducta, desde su integridad moral como persona. Le preocupaba la educación; sostenía que sin ella “no hay sociedad sustentable” como “tampoco desarrollo si no hay ciencia básica”. René Favaloro no se conformó con ser médico, salvar vidas y patentar universalmente una técnica de cirugía cardiovascular. Decidió también asumir un compromiso con la sociedad, que necesita referentes morales; es decir, tuvo una conducta por la Sociedad, no sólo una pasión por salvar la vida humana, Y ha dejado una enseñanza notable fuera del campo propio del ejercicio profesional: la ética y la moral.
Hay hombres que pasan por la tierra para bien de sus semejantes, ellos son la savia que la revitaliza, inspiradores de sueños esperanzados, son parte esencial de su razón de ser, el corazón mismo de la tierra, porque configuran los paradigmas superiores que debe seguir la humanidad.
Uno de ellos nació en la ciudad de La Plata, caminó sus calles, se educó y se recibió de Hombre en una de nuestras universidades. El Dr. René Gerónimo Favaloro, nació el 12 de julio de 1923 en una humilde vivienda del barrio El Mondongo, hijo de un carpintero y una modista. (En su fe de nacimiento figura el 14 de julio del mismo año, cosas de esos tiempos). En ese barrio modesto, en las canchas de barro aprendió a jugar al fútbol y se convirtió, como casi todos los de la zona, en simpatizante fanático del Club Gimnasia y Esgrima de La Plata.
En 1949 se gradúo de médico en la Facultad de Medicina de La Plata. Estudió sacrificadamente, debió generar sus propios recursos para costearse los estudios y cada tramo de su camino lo transitó pleno de energías. Hizo de la autodisciplina una filosofía de vida.
Motivado por la desventura que flagelaba el espíritu y el cuerpo de sus semejantes, entendió que era su obligación moral aportar algún esfuerzo que contribuyera a beneficiarlos; creyó oportuno ejercer su profesión en algún pueblo del interior. Para él, la medicina era un apostolado.
Ya en ese entonces demostraba toda la riqueza espiritual que lo animaba y su empeñosa y abnegada labor por mejorar la suerte y condición de su prójimo, no solamente con la asistencia sanitaria, sino también en las múltiples necesidades que padecían; los ayudaba en todos los aspectos que podía, ya fueran, económicos, culturales, humanos o sociales.
En 1962 viaja a los Estados Unidos a la ciudad de Ohio, para especializarse en cirugía torácica y cardiovascular en la Clínica Cleveland y el destino le abre otros horizontes.
En 1967 desarrolla con éxito la técnica del bypass de la arteria coronaria izquierda con vena safena, así como el CABG combinado con reconstrucción del ventrículo izquierdo y el doble bypass.
Pionero en la cirugía de revascularización miocárdica, el Dr. René Favaloro realizó 13.000 bypass hasta los sesenta y nueve años de edad, logrando así reducir la tasa de mortalidad del 10 al 5 por ciento.
Regresó a la Argentina en 1971, con una gran experiencia, y puso al servicio del país su prestigio y sus méritos, en pos de lograr que la medicina estuviese al servicio de todos. Hombre único en su clase, fue el primero en llevar a cabo un transplante de corazón en la Argentina y desarrollar una multitud de técnicas quirúrgicas que actualmente se utilizan en todo el mundo.
En 1980, la Universidad de Tel-Aviv lo nombró Doctor Honoris Causa y creó la Cátedra de Cirugía Cardiovascular que lleva su nombre; la mayor de las distinciones internacionales que recibió de una larga lista.
The New York Times, en 1992, dijo de él: “Héroe mundial que cambió parte esencial de la medicina moderna y revolucionó la medicina cardiaca”.
Organizó el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro en Buenos Aires, entidad sin fines de lucro. Con el lema: “Tecnología de avanzada al servicio del humanismo médico”, atendió tanto a ricos como a pobres de igual manera y en donde realizó decenas de trasplantes de corazón. En la actualidad, la Fundación Favaloro realiza de 5 a 9 operaciones diarias, y un gran porcentaje de ellas en forma gratuitas, pues se practican en pacientes de bajos recursos.
Innovador y luchador, con la pincelada humanista que lo caracterizó, alguna vez enumeró públicamente sus Reglas de Oro, En una de las últimas conferencias importantes que dio en el exterior, René Favaloro resumió el decálogo del buen médico. Fue en Dallas, durante un homenaje al fundador de la Sociedad Internacional de Cardiología, Paul Dudley White. De él, Favaloro dijo extraer estos diez legados:
1. HONESTIDAD. No hay proyecto posible si dejamos de ser honrados. El culto a la verdad es prioritario.
2. Defender la LIBERTAD como condición esencial para el desarrollo del hombre.
3. Luchar por la consolidación de la DEMOCRACIA PARTICIPATIVA con una mayor equidad distributiva.
4. La JUSTICIA SOCIAL es uno de los principios éticos capitales.
5. Debemos ser SOLIDARIOS.
6. Debemos ser RESPONSABLES. A nuestra responsabilidad individual se agrega nuestra responsabilidad familiar y colectiva. Basta de escapismos. Todos necesitamos estar comprometidos
7. Nuestras vidas deben dedicarse principalmente a luchar por la DIGNIDAD del hombre.
8. Pretendemos una VIDA MEJOR aquí en la Tierra.
9. Debemos bregar por la UNIDAD LATINOAMERICANA.
10. Nada se consigue sin ESFUERZO. Hay que trabajar, con fe, con esperanza, todos los días.
Señor Presidente, instituir en el calendario oficial el Día de la Ética y del Compromiso Social, implica un valioso reconocimiento, ya que un 09 de Mayo, el Dr. realizó la primer cirugía de bypass.
Es nuestro humilde homenaje a su inmensa trayectoria como profesional y persona de bien, y un legado para nuestros jóvenes, por lo expuesto, es que solicito que los Señores Diputados me acompañen con el Presente Proyecto de Ley.