Fundamentos de la

 Ley 11354

 

            La legislación sobre promoción del comercio exterior, viene a llenar un vacío en la legislación provincial que no cuenta con un régimen que sirva de apoyo y estímulo para aquellas empresas, en especial las pequeñas y medianas que hacen de la actividad exportadora su principal quehacer.

            He siempre se tiene presente en el ámbito de la producción provincial la importancia del mercado de exportación más allá de los productos primarios tradicionales como lo son los cereales y las oleaginosas.

            Para remarcar la importancia que tiene en el contexto que la economía provincial el mercado de exportación bien vale traer a colación algunas cifras que resultan elocuentes por sí solas, debido a la magnitud de las mismas.

            Sobre un producto bruto interno para todo el país de casi 60 mil millones de dolares, la Provincia aporta con sus 22 mil millones casi el cuarenta por ciento del mismo y entre el 10 y el cuarenta por ciento del total de las exportaciones del país según las variaciones de los últimos siete años, esto en moneda represento para el año 1990 más de 3780 millones de dólares, lo que equivale a mas de dos veces todo el gasto público de la provincia del año 1989.

            Debe tenerse en cuenta que en la composición de estos 3.700 millones de dólares exportadores por la Provincia, más de 2.500 millones pertenecen a productos manufacturados, de los cuales 980 millones de dólares provienen de manufacturas de origen agropecuario y 1.570 millones del sector industrial. Este dato resulta significativo si se toma en cuenta que significa más del 50% del total de exportaciones industriales del país.

            Sin embrago y a pesar de la contundencia de las cifras anteriormente expresadas, normalmente no resulta fácil para aquellas empresas de escala reducida el acceso al mercado internacional debido a una serie de factores que inciden negativamente sobre sus posibilidades, ente estos merecen destacarse los siguientes: la imposibilidad de contar con una infraestructura propia para realizar la promoción de sus productos en el exterior, el desconocimiento de los mercados foráneos y de las oportunidades comerciales en tiempo oportuno, y por último la falta de una adecuada estructura de comercialización.

            Sobre esta problemática la Provincia ha venido trabajando en los últimos tiempos por medio de las acciones emprendidas por la Subsecretaria de Comercio Exterior (hoy de Relaciones Económicas Internacionales) y del Banco Provincia, en especial lo relacionado con la prestación de informaciones a los empresarios y la actividad de participación en ferias y la organización de misiones comerciales, pero dicha función resulta constantemente limitada por la falta de recursos específicos destinados a tales fines y por la necesidad de extender estas acciones de apoyo a un menú más amplio de herramientas.

            Entre estas acciones que resultan indispensables y que están previstas en este proyecto se encuentran las siguientes. 1) la posibilidad de implementar una política fiscal de la Provincia específica para el sector exportador “en especial”, mecanismo de compensación y devolución de impuestos, ya que es sabido los países exportan productos y no impuestos. 2) la posibilidad de acceder a líneas crediticias promociónales para atender las necesidades de financiación y refinanciación de las empresas exportadoras que deben competir en un mercado internacional dominado por los subsidios y las protecciones, hecho que resulta indiscutido a la luz del virtual fracaso de la denominada “Ronda Uruguay” del CATT, en torno a la cuestión del proteccionismo y la política de subsidios aplicada por parte de los países industrializados y 3) la creación de un fondo específico destinado a atender las necesidades de promoción y apoyo a la comercialización, en especial para el sector de la PYMES.

            Creemos que esta iniciativa puede resultar un complemento ideal de la Ley de Promoción Industrial que oportunamente sancionara esta Honorable Legislatura en la medida que suma beneficios promociónales que se complementan, a los fines de estimular los emprendimientos productivos, con el consiguiente efecto multiplicador y generador de nuevos empleos.

             Este fondo a que hicimos referencia, será atendido con recursos provenientes del sector contratista del Estado, de manera de no gravar las actividades productivas, ya que esto seria un contrasentido, por cuanto no haría otra cosa que aumentar el denominado “costo argentino “que debe soportar como una carga más el sector exportador de la provincia.

            Si a los hechos ya analizados sumamos las consecuencias que el proceso de apertura de la economía encarado por el gobierno nacional trae aparejado, en especial las influencias sobre la Balanza Comercial y sobre la Balanza de Pagos, debido al aumento de las importaciones y el deterioro relativo del tipo de cambio real para los exportadores locales, resulta mas evidente aún la necesidad de contar con instrumentos que posibiliten una política exportadora oficien, que aumente la posibilidad de colocación de las manufacturas y productos primarios en los mercados exteriores.

            Las nuevas tendencias sobre el comercio internacional nos hablan del mundo como mercado global y de la importancia del agrupamiento regional en la búsqueda de complementación, expansión de los mercados y políticas comerciales y fiscales comunes. Frente a estas nuevas realidades y la creciente demanda de servicios de apoyo a la comercialización internacional, se hace urgente que la Provincia cuente con un régimen legal que fortalezca el perfil exportador del secote productivo de la provincia, acorde con las nuevas realidades que en materia económica se dan en nuestro país y en el mundo.

            Por todo esto, la presente iniciativa viene a constituir un nuevo estímulo para el empresariado bonaerense, en especial el sector PYME que esta orientado o en vías de hacerlo hacia el mercado de exportación, frente a la histórica perspectiva que se abre con la concreción del mercado común del Cono Sur y la nueva orientación de la política económica nacional.