Fundamentos de la Ley 12658

 

 

            La hepatitis A es una enfermedad de distribución mundial producida por el virus de la hepatitis A (VHA), de la familia picornavirus. Se transmite en forma entérica (por contacto fecal oral) y su incidencia tiene estrecha relación con las condiciones sanitarias y de hacinamiento de la población, con la falta de agua potable y con el sistema inadecuado de excretas.

            Luego de un período de incubación de 28 días (rango; 15 a 50 días) se produce la enfermedad, que puede ser sintomática o no. Es de comienzo brusco, con fiebre, malestar general, anorexia, náuseas, orina oscura e ictericia. La posibilidad de manifestación de síntomas varía de acuerdo a la edad del paciente: en el 70 por ciento de los niños menores a 6 años la hepatitis A es asintomática, mientras que la mayoría de los adolescentes y adultos desarrolla una enfermedad aguda con ictericia. Los síntomas duran, en general, menos de dos meses. Sin embargo, el 10 por ciento a 15 por ciento de las personas sintomáticas tiene enfermedad prolongada o recaídas que se mantienen hasta 6 meses. Es por ellos que la incidencia real de la enfermedad debería establecerse a través de la búsqueda de anticuerpos anti VHA más que por los antecedentes de la enfermedad. Las personas infectadas eliminan el virus con las heces en el período agudo de la enfermedad y durante un período de 2 semanas, previamente a la aparición de las manifestaciones clínicas. La infección con el VHA se adquiere, entonces, por la vía fecal oral, ya sea por contacto directo con el paciente infectado o por ingestión de alimentos o aguas contaminadas con excretas humanas.

            La incidencia de hepatitis A es mayor en niños de 5 a 14 años, y un tercio de los casos afecta a menores de 15 años. Debido a que la mayoría de los niños cursan la infección en forma asintomática, éstos desempeñan un papel importante en la transmisión de la enfermedad y sirven como fuente de infección.

            Una investigación conducida por el servicio de infectología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de Buenos Aires evaluó la seroprevalencia (determinación del nivel de anticuerpos en la sangre) de hepatitis A en 1.049 niños que residían en distintas regiones del país. En la provincia de Buenos Aires estudiaron 595 niños del conurbano bonaerense, 138 de Bahía Blanca y 112 de Pigüé. Los investigadores incluyeron al conurbano bonaerense por ser el principal conglomerado argentino, con bolsones de pobreza o villas miserias donde las condiciones sanitarias satisfactorias se distribuyen en forma irregular, la provisión de agua potable se observa en el 50 por ciento de la población y el adecuado tratamiento de las excretas está presente en el 36 por ciento. Bahía Blanca fue incluida por ser una típica ciudad de tamaño mediano para Argentina, mientras que Pigüé participó del estudio por ser una clásica población de la zona rural. Los autores del trabajo destacan que las características de Pigüé resultaron atractivas porque presenta un casco urbano con servicios sanitarios bastante completos y un área periférica eminentemente rural que carece en su mayoría de servicios como agua corriente y cloacas. Los resultados del trabajo demostraron que la seroprevalencia de anticuerpos antihepatitis A es de 19 por ciento para la Capital Federal y el conurbano bonaerense, de 49 por ciento para Bahía Blanca y de 46 por ciento para Pigüé. Es destacable que los valores que seroprevalencia del conurbano y la Capital Federal aumentaron a 25 por ciento cuando en el hogar consumían agua de pozo y carecían de cloacas. En la ciudad de Bahía Blanca fue evidente que la seroprevalencia es significativamente superior en el grupo de niños que vive en condiciones de hacinamiento (65,6 por ciento versus 41,5 por ciento). Los resultados globales de esta investigación revelaron que, en las ciudades estudiadas, el total de sujetos seropositivos (es decir: que habían tenido contacto con el VHA) menor de 16 años fue de 28,2 POR CIENTO. La seroprevalencia es, entonces, estadísticamente superior a la de Estados Unidos o la de países europeos (4-10 por ciento). Estos resultados se fortalecen con el hecho concreto de que en las recomendaciones del Centro para el Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, se incluye a la Argentina dentro de los países con hepatitis A endémica en niveles elevados. Esta institución de renombre internacional recomienda a los viajeros de ese país que viajen a la Argentina que reciban inmunización contra la hepatitis A.

            Aunque es una causa infrecuente de mortalidad, la hepatitis A suele ser una causa importante de morbilidad, con significativos costos por atención médica y ausentismo laboral. El Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) sostiene que, a pesar de que suele tener una evolución favorable, entre el 11 por ciento y el 22 por ciento de estos pacientes requiere ser hospitalizado. Los pacientes adultos deben faltar al trabajo un promedio de 27 días por carpeta médica. A estos gastos debe agregarse los que demanda la profilaxis a los contactos directos de cada paciente que, en promedio, corresponden a 11 personas.

            Con referencia a la mortalidad de esta enfermedad, si bien el porcentaje de casos fatales de hepatitis A fulminante es de aproximadamente 0,3 por ciento, esta cifra asciende a 1,8 por ciento cuando las personas superan los 50 años de edad. Con el objetivo de tener un conocimiento más acabado en referencia a la posible evolución desfavorable de hepatitis A, consultamos al servicio de hepatología del Hospital Nacional de Pediatría Garrahan. Este es uno de los principales centros de trasplante hepático infantil. Durante el período 1.998-1.999 en dicho nosocomio se registraron 31 casos de hepatitis fulminante, 15 de las cuales obedecieron a hepatitis A. De éstos, en 9 se realizó trasplante hepático y 6 condujeron al óbito del paciente. Es decir: el 50 pro ciento de las causas de hapatitis fulminante tratadas en 1 año en el principal hospital de pedriatría del país tuvo como causa una hepatitis A.

            A los efectos de conocer el costo aproximado de cada trasplante hepático, solicitamos dicha información al CUCAIBA, ya que si el paciente no posee recursos ni obra social, dicha entidad subsidia el pago de la operación. Los costos referidos antes son:

            Módulo de Trasplante Hepático con Donante Cadavérico: Adulto: $75.000, Pediátrico: $67.500. Módulo de Trasplante Hepático con Donante Vivo Relacionado: $13.000. Durante los últimos 3 años el CUCAIBA debió subsidiar 13 pacientes con diagnóstico de hepatitis aguda tipo A. Seguramente el número de pacientes cuyo trasplante hepático ha sido afrontado por las obras sociales es superior al que fuera subsidiado por el CUCAIBA.

            La prevención y profilaxis de la hepatitis A epidémica requieren el mejoramiento de las condiciones higiénico sanitarias (agua potable, cloacas, condiciones de vida de la población, control de calidad de los alimentos, etcétera). En forma paralela, la hepatitis A es una infección previsible con la inmunización que se logra a través de la vacunación, capaz de evitar la aparición de brotes epidémicos de la infección. La inmunidad que genera en la población vacunada reduce con eficacia la incidencia de hepatitis A y disminuye la transmisión fecal oral al evitar la eliminación del virus con las heces. De esta forma, el objetivo de la vacunación contra la hepatitis A es: 1) proteger de la infección, 2) reducir la incidencia de la enfermedad, y 3) eliminar la transmisión del virus. Debido a la elevada incidencia de esta enfermedad en los niños y al papel que éstos desempeñan en la cadena de transmisión del VHA, éstos resultan un pilar fundamental a la hora de implementar estrategias de vacunación. La vacunación contra el VHA en los niños apunta a: 1) prevenir la infección en un grupo de edad representativo de un tercio de los casos, 2) eliminar una fuente de infección y 3) prevenir la infección en personas adultas, a medida que los niños vacunados se transforman en adultos, más aun cuando se ha demostrado que la vacunación brinda protección inmunológica durante 20 años.

            Estamos convencidos de que la provincia de Buenos Aires requiere la implementación de una campaña de vacunación contra la hepatitis A en los niños menores.

            Más aún cuando, de acuerdo a las cifras proporcionadas por el Ministerio de Salud, el número de casos denunciados de hepatitis A durante la última década se ha triplicado. Esto sin tener en cuenta que, en realidad, existe un subregistro de casos (ya que no todos se denuncian) y, por lo expuesto antes, en los niños pequeños el 70 por ciento de los casos son asintomáticos. Nuestros fundamentos se ven consolidados con los resultados de la investigación llevada a cabo por los expertos del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de Buenos Aires, que determinaron que la tasa de prevalencia en los niños de las ciudades estudiadas varió del 19 por ciento al 49 por ciento. Entendemos que para erradicar la hepatitis A no solo deberemos vacunar contra el VHA sino que es también prioritario mejorar las condiciones sociales, sanitarias e higiénicas de la población.

            Atento a lo expuesto, es que solicitamos a esta cámara el tratamiento favorable del proyecto que acompañamos.