Fundamentos de la

Ley 10617

 

 

La naturaleza de problemas sociales como la drogadicción reclama para su efectiva resolución toda clase de esfuerzos: del Estado en primer lugar, como gerente del bien común, pero también es menester que encuentren respuesta en la comunidad misma, la cual –en un sistema participativo como lo es el democrático- protagoniza junto a aquél la construcción de la sociedad.

La integración así como la acción que desarrollan organismos como el Comité Comunitario para el Uso Indebido de Drogas merece no sólo el elogio y el reconocimiento por parte del Estado sino la efectiva y concreta ayuda de éste.

No es ocultando o silenciando los problemas el método para resolverlos. Tampoco mediante recetas surgidas y aplicadas verticalmente. La democracia permite que las anomalías y las deficiencias –connaturales a la humana condición- salgan a la luz. Pero no se agotan allí sus virtudes, por el contrario esta difusión permite a la comunidad tomar conciencia de los riesgos y generar la réplica adecuada mediante las diversas instituciones que libre y espontáneamente convocan a los ciudadanos.

Por lo expuesto es que proponemos a Vuestra Honorabilidad el presente proyecto y solicitamos su aprobación sin reservas.