FUNDAMENTOS DE LA LEY 14871

Mediante la presente iniciativa se propone declarar al Profesor Adolfo Pérez Esquivel como Ciudadano Ilustre de la Provincia de Buenos Aires, por su destacada trayectoria en la defensa de los Derechos Humanos.

El Profesor Pérez Esquivel nació en el año 1931 en el barrio de San Telmo de la ciudad de Buenos Aires, hijo de un inmigrante español, pescador de profesión. Su madre falleció cuando Adolfo aún era muy pequeño. Desde niño se educó en la fe cristiana, y debió comenzar a trabajar desde los once o doce años, por carecer su familia de recursos. Pasó privaciones, pero no dejó de estudiar. De esa época también recibió la influencia de su abuela materna, de origen guaraní. Su etapa adolescente fue muy activa en los grupos juveniles, en los que desarrollaban actividades culturales y sociales en las barriadas humildes. Conoció a su esposa, Amanda Guerreño, a los 15 años. Juntos estudiaron en la Universidad Nacional de La Plata, donde Amanda se recibió de profesora de piano.

A partir de los años sesenta se vincula con movimientos latinoamericanos cristianos de base, comprometiéndose con la lucha no-violenta contra las graves violaciones de Derechos Humanos en todo Latinoamérica.

En 1974 es designado coordinador general del Servicio de Paz y Justicia para América Latina, compuesto ecuménicamente por religiosos, laicos, campesinos, indígenas, sectores populares, organizaciones de base, intelectuales, todos ellos preocupados por la liberación por medios no-violentos.

En 1975 es detenido en Brasil, y en 1976 en Ecuador, por su lucha por los derechos de los más débiles.

A partir de la represión sistemática iniciada desde el golpe militar de 1976, contribuyó a la formación y enlace de organizaciones populares de defensa de los Derechos Humanos, y apoyar a las víctimas de la dictadura y sus familiares. El Servicio de Paz y Justicia sirvió como instrumento para ello, promoviendo una campaña internacional de denuncia de las atrocidades cometidas por el régimen militar.

Contribuyó a fundar la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos. Además colaboró en la constitución de Madres de Plaza de Mayo, Abuelas de Plaza de Mayo y Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas.

En 1977 es detenido en Buenos Aires, encarcelado y torturado. Sin proceso judicial. Permanece en esa situación catorce meses, y otros tantos en libertad vigilada.

La actividad de Pérez Esquivel motivó que en 1980 le fuera entregado el Premio Nobel de la Paz, por su trabajo en defensa de los Derechos Humanos, premio que no recibió a título personal sino “…en nombre de los pueblos de América Latina, y de manera muy particular de mis hermanos los más pobres y pequeños, porque son ellos los más amados por Dios; en nombre de ellos, mis hermanos indígenas, los campesinos, los obreros, los jóvenes, los miles de religiosos y hombres de buena voluntad que renunciando a sus privilegios comparten la vida y camino de los pobres y luchan por construir una nueva sociedad.”

Luego de recibir el premio recorrió todos los países latinoamericanos que sufrían dictaduras, continuando su trabajo en Argentina y en el mundo hasta el día de hoy, en defensa de la vida, la educación para la paz, los Derechos Humanos y los derechos de los pueblos.

Ha contribuido junto a otros Premios Nobel de la Paz en misiones de solidaridad en Polonia, Sudáfrica, Afganistán, Irak, Tíbet, Tailandia, entre otros. Participó del “Llamado de los Premios Nobel de la Paz por los Niños del Mundo” en 1994. Inició procesos penales contra la dictadura militar argentina en Italia, España y Alemania. A partir de la nulidad de las leyes de obediencia debida y punto final, continuó con su juicio iniciado en 1984 al dictador Videla y otros represores.

Actualmente es presidente del Consejo Honorario del Servicio Paz y Justicia en América Latina, presidente ejecutivo del Servicio de Paz y Justicia Argentina, de la Comisión Provincial por la Memoria de la Provincia de Buenos Aires, de la Liga Internacional por los Derechos y la Liberación de los Pueblos, de la Academia Internacional de Ciencias Ambientales, de la Fundación Universitat Internacional de la Pau de San Cugat del Vallés y del Consejo Académico de la Universidad de Namur (Bélgica). Miembro del Tribunal Permanente de los Pueblos, del Comité de Honor de la Coordinación Internacional para el Decenio de la no-violencia y de la paz, del Jurado Internacional del Premio de Derechos Humanos de Nüremberg, del Jurado del Premio de Fomento para la Paz “Félix Houphouet Boigny” de la UNESCO, del programa de educación internacional “Peacejam” del Consejo Mundial Proyecto José Martí de Solidaridad Mundial, del Consejo Asesor del Canal Telesur y parte del Consejo Directivo del Instituto Espacio para la Memoria (IEM).[1]

Esta breve reseña constituye parte de la actividad que este luchador ha desarrollado durante su vida, que se hace evidente en su ejemplo personal así como en su obra escrita, entre la que podemos mencionar “El Cristo del Poncho”, “Via Crucis Latinoamericano y Paño de Cuaresma”, “Caminar junto a los pueblos”, “Una gota de tiempo. Crónica entre la angustia y la esperanza”, “Cultivemos la paz”, “Resistir en la esperanza”, “La fuerza de la esperanza”, “Lucha no violenta por la paz: testimonios en América Latina”, “Memorias del apagón: la represión en Jujuy 1974-1983”, entre otros.

Ha sido distinguido con quince Doctorados Honoris Causa, por parte de las Universidades más prestigiosas del mundo.

Estamos seguros de que el Profesor Adolfo Pérez Esquivel, que se desempeña en la Comisión Por la Memoria de esta Provincia desde el año 1999, por su ejemplo de vida y trayectoria, resulta merecido acreedor del reconocimiento como Ciudadano Ilustre de la Provincia de Buenos Aires, en los términos del artículo 4 de la Ley 14622, a fin de contribuir a que se constituya en ejemplo para las generaciones futuras.

Por los motivos expuestos, es que solicitamos a los señores Legisladores acompañen el presente proyecto con su voto favorable.

[1] www.adolfoperezesquivel.org