Fundamentos de la Ley 13596

 

 

 

            Un grupo de vecinos de Chascomús ha formalizado el pedido para que el nuevo puente en construcción, sobre el Río Salado en el Paraje La Postrera, lleve el nombre de INGENIERO LUIS HUERGO.

            Esta iniciativa representa un claro acto de justicia, ya que el nuevo puente en construcción, se levanta en el mismo lugar donde el ingeniero Huergo construyó el suyo en 1872. El viejo puente debe ser retirado de su centenario emplazamiento debido a las importantes obras de canalización del citado río, quedando una parte recuperable a la vera del nuevo puente, para que las generaciones venideras puedan admirar esta obra admirablemente concebida, dentro de las técnicas más avanzadas de la época, y que brindó un gran aporte a la parte social y comercial de esos días, siendo por años el paso firme sobre el río para toda una importante zona de la provincia de Buenos Aires.

            LUIS AUGUSTO HUERGO -agrimensor e ingeniero- nació en Buenos Aires, el 1 de noviembre de 1837. A los 15 años de edad viajó a Estados Unidos, para cursar estudios secundarios en el Colegio de Santa María de Maryland, en el cual la enseñanza estaba a cargo de sacerdotes jesuitas. De regreso al país prosiguió su formación en el Departamento Topográfico de Buenos Aires, donde se graduó de agrimensor en 1862, tenía 25 años.

            En 1866 cuando el rector de la Universidad de Buenos Aires, don Juan María GUTIERREZ creó la carrera de ingeniero civil, Huergo decidió seguirla y cuatro años más tarde con una tesis sobre vías de comunicación, se transformó en el PRIMER INGENIERO ARGENTINO. Ese día el 5 de junio de 1870, en su honor se instituye el DÍA DEL INGENIERO.

            En 1870 por encargo del gobierno viajó a Inglaterra para contratar la construcción de más de 60 puentes, entre ellos el del Paraje La Postrera, que en este caso queremos destacar.

            Este puente completamente desarmado, compuesto de 17 módulos de 5 vigas cada uno, que totalizan un largo de 170 metros y un ancho de 11 metros, tiene un peso total de 445 toneladas, llega al puerto de Buenos Aires en el barco Panny Breslauer, desde el Puerto de Cardiff (Gales). Los materiales llegaron por ferrocarril a Chascomús y luego por carretones a orillas del Salado. Lo ubica sobre el Río Salado en los límites de Chascomús y Castelli, lugar que previamente el Ing. Huergo había reconocido, en un camino ya establecido. Con 23 obreros ingleses especializados realiza el montaje quedando terminado para los primeros días del mes de enero de 1872.

            Esta joya arquitectónica es de suma importancia cuando se realiza el trazado del camino de tierra Buenos Aires-Mar del Plata-Tuyú.

            En 1874 diseñó y construyó el Canal de San Fernando, el primer dique seco que se construyó en la Argentina, destinado a la reparación y carenado de buques.

            Diseño y construyó con el ingeniero Luis Luiggi el Puerto Militar conocido luego como Puerto Belgrano. En 1876 fue nombrado, por concurso, director de obras del Riachuelo.

            En 1881 presentó lo que se considera como su obra maestra: un proyecto integral para un puerto en Buenos Aires. Consistía en un canal de entrada de 200 metros de ancho y 7 de profundidad, que sería el mismo canal de acceso al Puerto del Riachuelo y cuyo comienzo eran las aguas más profundas del Río de la Plata, con los diques dispuestos en forma de peine. Entre las ventajas del proyecto podía contarse la posibilidad de realizarlo, a medida que las necesidades lo exigieran. Pero en 1882, Eduardo Madero presentó un proyecto alternativo que proponía la construcción de dos canales de acceso en lugar de uno y ubicaba a los diques en forma paralela a la costa. Este proyecto de los diques paralelos a la costa, imposibilita futuros desarrollos, tornaba dificultosa las maniobras de amarre, entorpecía el acceso de los ferrocarriles y hacia muy costosa la explotación y mantenimiento de las obras.

            Después de una serie de modificaciones en los presupuestos y condiciones de la obra, en diciembre de 1884, se firma el contrato entre el ministro del Interior y Eduardo Madero y la obra se lleva a cabo. Esta situación hizo que el 5 de enero de 1886, Huergo renuncia al cargo de director técnico de las obras del Riachuelo. Los años fueron demostrando lo acertado de las opiniones de Huergo; todos los desarrollos posteriores del puerto han sido construidos con los diques en forma de peine y se ha adoptado este sistema para otros casos similares al del puerto de Buenos Aires.

            Luego de su renuncia Huergo pasó a dirigir explotaciones petrolíferas en Comodoro Rivadavia. También participó en el proyecto del ramal inicial del Ferrocarril Pacífico. En 1888 fue consultado por el ministro del gobierno de Córdoba, con motivo de la construcción del dique de San Roque. Proyectó las obras del puerto de Asunción (Paraguay).

            Además se desempeñó como diputado, senador, ministro de Obras Públicas de la provincia de Buenos Aires, profesor y decano, por tres períodos, de la Facultad de Ciencias Exactas, Física y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, cofundador y presidente de la Sociedad Científica Argentina, presidente honorario de la Comisión Administrativa de los Yacimientos de Petróleo de Comodoro Rivadavia.

            En 1910 cuando el centenario, presidió el Congreso Científico Internacional Americano. El ingeniero Huergo falleció en Buenos Aires, el 4 de noviembre de 1913.

            El ingeniero Luis Augusto HUERGO, en todas sus obras tuvo un gran sentido nacional, además de una reconocida opinión técnica, que le valió el reconocimiento de los hombres de su generación. Es nuestra intención que esta nueva obra lleve su nombre, justamente en el lugar que realizó su primer trabajo. Por lo tanto se solicite a los medios provinciales que corresponda que acepten este pedido que constituye un sentido homenaje.

 

Algunos antecedentes 1860/1872.

            Deviene de interés adentrarnos en esta instancia a la historia en particular de la construcción del “puente de la postrera”.

            En 1860 era un país donde todo estaba por hacerse. Sarmiento es elegido presidente 1868/1874.

            En 1869 se realiza el primer censo nacional que arroja una población total de 1.750.000 personas de las cuales solamente un 35% sabe leer y escribir.

            Buenos Aires contaba con una población de 177.000 con un alto porcentaje de extranjeros. En 1871 es atacada con una fuerte epidemia de fiebre amarilla, que cobra más de 14.000 víctimas.

            Ya se editaban La Prensa y La Nación. En Chascomús se funda la Biblioteca Popular Domingo Faustino Sarmiento.

            Se registraban malones en el Sur. En marzo del ’72, el Gral. Ignacio Rivas lograba la completa derrota de Calfucurá en San Carlos de Bolívar.

            En 1866 ante el gobernador Adolfo Alsina son importantes los reclamos de los hacendados sobre los primarios caminos en la zona del Río Salado, complicados por los bajíos de la región donde abundan; arroyos, riachos, lagunas, pantanos y de manera especial en épocas de creciente cuando desborda el Río Salado. En estas oportunidades la falta puentes sobre este correntoso río, hacía que las pesadas carretas que abastecían las poblaciones del Sur y traían sus producciones debían esperar hasta más de 60 días para poder vadearlo con seguridad incierta.

            Otro elemento que complicó los traslados, fue la aparición del alambrado, se terminaba los cruces a “campos traviesa”. Hubo que trazar caminos, tarea que originó enojosos conflictos. El alambrado fijaba la propiedad privada, las estancias ganaban en seguridad para sus haciendas. Se hacían parcelas para controlar la evolución de la crianza. Esto daba lugar a que varios productores importaran animales de raza para mejorar sus planteles, introducir la agricultura, se estaba dando los primeros pasos para lo que sería la gran riqueza nacional.

            En julio de 1866, un grupo de estancieros fundan la SOCIEDAD RURAL ARGENTINA. Desde sus comienzos esta entidad que no fue excluyentemente ganadera, lo fue en forma dominante, acompaña el pedido de los productores para el tratamiento de los caminos y puentes tan necesarios para afianzar sus actividades.

            En 1868 el gobernador Adolfo Alsina deja su cargo para acompañar a Sarmiento en la fórmula presidencial, que se impone en las elecciones nacionales.

            El gobernador siguiente Emilio Castro, sigue los primeros estudios del grave problema vial que había iniciado Alsina, y encara el Plan General de Obras para la Construcción de Puentes, que debían superar los extensos bajíos de la cuenca del Salado y las comunicaciones con el Sur de la Provincia.

            El ingeniero Luis Huergo junto a otros profesionales son designados para estudiar el número de puentes necesarios. Su resultado fue de 119 puentes de distintas características y medidas.

            Debido a un riguroso ajuste presupuestario el número se redujo a 60 para este primer plan.

            En 1870 los trabajos de planificación general quedó en manos del ingeniero Huergo, que ya aprobado, viaja a Inglaterra con los planos diseñados para las diversas construcciones.

            Pero indudablemente el puente en el paraje de La Postrera, era el que tenía su preferente atención, por ser el más extenso y que personalmente había estudiado en el terreno.

            Huergo arribó a Londres el 1 de septiembre de 1870 y de inmediato se puso en acción para que empresas británicas especialista en construcciones metálicas cotizaran la construcción de los primeros 60 puentes.

            Tras un minucioso análisis técnico-económico, Huergo se inclinó por la firma KENNARD BROTHERS con sede en Gales, para el total de los trabajos.

            Autorizado por el ministro Agote, Huergo firma el contrato por la totalidad de los puentes el plan general, que serían embarcados en el plazo de cinco meses. En mayo de 1871, arribó al Puerto de Buenos Aires, luego de 40 días de viaje, el total de los componentes del Puente de La Postrera, en un barco exclusivo en PANNY BRESLAUER, que había partido del puerto de Cardiff.

            Para su montaje Huergo contrató 23 obreros ingleses especializados. Los materiales llegaron a Chascomús por ferrocarril y luego en carretones a orillas del Río Salado. En 1872, cuando Huergo trabajaba en el montaje del puente de La Postrera, en Nueva York, el ingeniero John ROEBLING también trabajaba levantando el famoso PUENTE DE BROOKLYN que sobre el East Rivar, une Manhatan con Brooklyn, por lo tanto estos puentes son contemporáneos, exponentes de las construcciones de la época con estilos acordes con la función a cumplir y a los servicios a prestar, pero con un destino opuesto, uno para ser destruido, otro para ser mostrado con orgullo por los guías neoyorquinos a los turistas extranjeros.

            El puente se ubica sobre un camino ya consolidado muy conocido, una prueba de esto es que desde 1865 existía La Azotea Grande fundada por Pedro Ruiz.

            Esta casa de ramos generales, posta, comandancia militar, junto con el vecino puente, y la viaje estancia La Postrera se convirtió en una zona de mucho movimiento de viajeros y vecinos.

            El puente reticulado con patas con figuras de rombo y lomo empedrado estuvo terminado con sus accesos de tierra consolidada a comienzos del año 1872.

            Se pensaba en una gran inauguración. El ministro de gobierno Sr. Malaver y la señora Felicitas Guerrero de Álzaga, propietaria de la vecina estancia La Postrera, que le daría el nombre popular al puente, se reunían en Buenos Aires para hacer la fiesta de inauguración. La misma contaría con la presencia del Sr. Gobernador Don Emilio Castro, una comitiva oficial de Buenos Aires, autoridades locales y la presencia de vecinos de la zona, se serviría un gran almuerzo en la estancia La Postrera.

            Este puente era de gran importancia económica y social, ya que el primer paso firme sobre el Río Salado, por el que tanto había luchado los hacendados que haría posible una gran mejora para la producción rural, y las comunicaciones en sí, ya que era el único medio seguro de seguir al Sur. El ferrocarril llega a Dolores a fines de 1874 casi tres años después. En un principio se pensó en hacer una gran festividad de tinte unitario, por lo cual se había tomado la fecha de la Batalla de Caseros, el 3 de febrero.

            Pero luego Felicitas habló con Malaver y pensaron que el puente era un elemento de unión, por lo tanto también su inauguración debía ser un motivo de unión de argentinos.

            Tal vez la idea que haya primado en los organizadores era el acercamiento de vecinos distanciados por problemas políticos ya que hacía solo 33 años de la Batalla de Chascomús y mantenía posiciones encontradas y ésta era una oportunidad para juntarlos con un mismo objetivo. En la batalla había participado Cramer en su momento dueño de La Postrera, que fue acompañado por la gente amiga de la zona, perdiendo la vida varios de ellos. El país tenía señas de reconciliación, en febrero del ’70, Sarmiento entonces presidente visita a Urquiza en San José, su acérrimo enemigo, dando ambos un paso importante a un histórico acercamiento.

            En las vísperas de la inauguración los capataces de Felicitas Guerrero, invitaban a participar en el acto a los vecinos, que serían protagonistas del acto central.

            En un extremo del puente un grupo de vecinos a caballo llevarían un pañuelo celeste y en el otro extremo el grupo luciría el pañuelo punzó. A un tiro de cañón se realizaría una carga al revoleo de los ponchos, terminaría en un abrazo y así tomados harían un paseo por la extensión del puente encabezados por un jinete con la bandera nacional.

            Lamentablemente esta inauguración no se llevó a cabo, debido a que la Sra. Felicitas Guerrero fue herida en su casa de Barracas por un pretendiente despechado, falleciendo el 30 de enero de 1872.

            Este fallecimiento que conmocionó a Buenos Aires, también enlutó a la zona de La Postrera donde Felicitas era muy estimada. El puente se libró al público sin inauguración.

            Años después cuando se traza la ruta de tierra a Mar del Plata, Necochea, Tandil, etc. el puente cumplió una misión muy importante, ofreciendo un cruce del río sin riesgos. El Automóvil Club Argentino colocó una casilla de apoyo entre el puente y La Azotea Grande que marcaba la importancia y belleza del lugar.

            En octubre de 1938 se inaugura la nueva Ruta Buenos Aires-Mar del Plata, totalmente asfaltada y la traza no es la del viejo camino de tierra. Se proyectó más al este, quedando por lo tanto el viejo camino convertido en una ruta vecinal. La zona del puente y de La Azotea Grande queda marginada, solamente usada por vecinos y pescadores.

            Cuando en la provincia de Buenos Aires se anuncia el magno trabajo de dragado del Río Salado, produjo en los vecinos gran satisfacción, pues saben de las grandes inundaciones en los campos que anegaban millones de hectáreas productivas, ocasionando graves problemas económicos, como también de aguas que llegaban a centros poblados.

            Pero la entristecía la desaparición del viejo puente de La Postrera contemplado en la obra. Puente histórico desde su nacimiento, primera obra del primero ingeniero argentino, que prestó importantes servicios a generaciones de argentinos.

            Este grupo de amigos impulsaron su mantenimiento, y obtuvimos una promesa de su conservación parcial, que con técnicas especiales tratan de mantener con vida el viejo puente con una parte recuperable sobre el lecho del río donde vivió 132 años, y la otra parte en la Laguna Rosita de Castelli, para que las generaciones futuras observen estas obras realizadas con técnicas de avanzada.

            Honremos a este puente, que permanecerá viviendo parcialmente, como el puente de Sainr Bénezet, popularmente conocido como el puente de Aviñón que unía Villenueve-Lez-Avignon con Aviñón con una longitud de 850 metros, cruzaba los dos brazos de Ródano y la Isla de la Barthelasse. Incapaz de resistir las crecidas, no quedan más que 4 de los 22 arcos que tenía antiguamente. El puente fue el único paso sobre el Ródano en tiempo que Avignon era la ciudad papal.

            Por lo expuesto se considera necesario imponer el nombre de Ingeniero Luis Augusto Huergo al nuevo “Puente de la Postrera”.