FUNDAMENTOS DE LA LEY 15140
Julio Florencio Cortázar (Ixelles, Bruselas; 26 de agosto de 1914-París; 12 de febrero de 1984) fue un escritor, traductor e intelectual argentino. Optó por la nacionalidad francesa en 1981, en protesta contra el régimen militar argentino.
Es considerado uno de los autores más innovadores y originales de su tiempo, y maestro del relato corto, la prosa poética y la narración breve en general, y creador de importantes novelas que inauguraron una nueva forma de hacer literatura en el mundo hispano, rompiendo los moldes clásicos mediante narraciones que escapan de la linealidad temporal. Debido a que los contenidos de su obra transitan en la frontera entre lo real y lo fantástico, suele ser puesto en relación con el realismo mágico e incluso con el surrealismo.
El pequeño “Cocó”, como lo llamaba su familia, fue hijo de Julio José Cortázar y María Herminia Descotte, ambos argentinos. Su padre era funcionario de la embajada de Argentina en Bélgica, donde se desempeñó como agregado comercial. Más adelante en su vida declararía: “Mi nacimiento fue un producto del turismo y la diplomacia”.
Hacia fines de la Primera Guerra Mundial, los Cortázar lograron pasar a Suiza gracias a la condición alemana de la abuela materna de Julio, y de allí, poco tiempo más tarde, a Barcelona, donde vivieron un año y medio. A los cuatro años volvieron a argentina y pasó el resto de su infancia en Banfield, en el Sur del Gran Buenos Aires, junto a su madre, una tía y Ofelia, su única hermana (un año menor que él). Vivió en una casa con fondo (los venenos y deshoras, están basados en sus recuerdos infantiles), pero no fue totalmente feliz. “Mucha servidumbre, excesiva sensibilidad, una tristeza frecuente” (carta a Graciela M. de Sola, París, 4 de noviembre de 1963).
Tras realizar los estudios primarios en la Escuela № 10 de Banfield, se formó como maestro normal en 1932 y profesor en Letras en 1935 en la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta.
De aquellos años surgió “La Escuela de Noche” (deshoras). Fue en aquella época que comenzó a frecuentar los estadios a ver boxeo, donde ideó una especie de filosofía de este deporte “Eliminando el aspecto sangriento y cruel que provoca tanto rechazo y cólera” (la fascinación de las palabras). Admiraba al hombre que siempre iba para adelante y a pura fuerza y coraje conseguía ganar (Torito, final de juego).
A los diecinueve años recién cumplidos, leyó en Buenos Aires Opio: Diario de una desintoxicación de Jean Cocteau, traducido por Julio Gómez de la Serna y con un prólogo de su hermano Ramón. Este lo deslumbró y se convirtió en uno de sus libros de cabecera, acompañándolo por el resto de su vida.
Cortázar en su juventud.
Comenzó sus estudios de Filosofía en la Universidad de Buenos Aires. Aprobó el primer año, pero comprendió que debía utilizar el título que ya tenía para trabajar y ayudar a su madre. Dictó clases en Bolívar, Saladillo (ciudad que figura en su Libreta Cívica como Oficina de Enrolamiento); y luego en Chivilcoy. Vivió en cuartos solitarios de pensiones aprovechando todo el tiempo libre para leer y escribir (Distante espejo). Entre 1939 y 1944 Cortázar vivió en Chivilcoy, en cuya escuela normal daba clases como profesor de literatura y era asiduo concurrente a las reuniones de amigos que se hacían en el local de fotografía de Ignacio Tankel. A propuesta de este, realizó su primera y única participación en un texto cinematográfico, donde colaboró en el guión de la película La Sombra del Pasado, que se filmó en esa ciudad entre agosto y diciembre de 1946. Ese episodio fue tratado en el filme documental “Buscando la Sombra del Pasado”, dirigido por Gerardo Panero, que se estrenó en 2004.
Aunque Cortázar es reconocido principalmente por su narrativa, escribió gran cantidad de poemas en prosa (en libros mixtos como historias de cronopios y de famas, un tal Lucas, último round); e incluso poemas en verso (Presencia, Pameos y Meopas, Salvo el Crepúsculo, El futuro, Boleto).
Colaboró en muchas publicaciones en distintos países, grabó sus poemas y cuentos, escribió letras de tantos (por ejemplo con el Tata Cedrón) y le puso textos a libros de fotografías e historietas. Grabó en Alemania con el bandoneonista Juan José Mosalini el poema Buenas Noches, Che Bandoneón y, con otros autores latinoamericanos, poesía trunca, discos de Casa de las Américas en homenaje a vates revolucionarios (1978).
Es por estos fundamentos que solicito a los legisladores y legisladoras que acompañen con su voto este proyecto.