FUNDAMENTOS DE LA

 

LEY 14232

 

 

Francisco López Merino, nació en La Plata, el 6 de julio de 1904. Su padre fue el escribano Francisco Toribio López y su madre, la señora América Merino.

Dijo FLP según sus propias palabras: “He nacido en La Plata, ciudad de silencio uniforme, de calles soleadas, de cielos claros, el 6 de julio de 1904. Bajo estos cielos he estudiado las cosas esenciales y escrito versos desde niño. Amo de veras la paz remansada que se difunde por su atmósfera, y el dilatado ocio que convierte los días de la es alegre en su correspondencia, ingeniosa y comunicativa... Lo es en los semana en un domingo perpetuo”.

Según su sobrina, Estela Calvo de Reca, fue “minucioso, exigente con su propia apariencia, coleccionista de corbatas y sombreros, era amigo de charlas nocturnas de café y de club... También folletos, que imprimía precariamente en algunas tradicionales y ya desaparecidas librerías con trastienda... Si analizamos las circunstancias que rodearon su vida... más difícil fue y será aceptar la decisión de su muerte. Sin embargo, se mata.

Tenía 23 años. Esa actitud, ese momento, ese instante en que la atracción de la sombra supera el derecho o el esfuerzo de vivir... fue, en la inexorable decisión de su destino, su última pasión de autenticidad”.

Con Almafuerte, cuya adscripción a la historia literaria de La Plata seguirá sumando exégetas y detractores, es Francisco López Merino (1904- 1928) el otro gran poeta platense de trascendencia nacional.

López Merino no realizó estudios sistemáticos, pero dice Marcela Ciruzzi que “fuera de los claustros escolares, Panchito era un excelente lector, de gustos exquisitos, notoriamente afrancesado. Siempre se lo veía con un libro bajo el brazo dispuesto a ‘saborearlo’. Con frecuencia leía en francés, idioma que aprendió a traducir y a hablar prácticamente solo. Reunió una biblioteca de valiosos volúmenes de sus escritores preferidos: Francis Jammes, Albert Samain, Paul Valéry, Alfred de Musset, Charles Baudelaire, Paul Verlaine, Théodore Banville, François Coppée, Stéphane Mallarmé, Gustav Verhaeren, Maurice Maeterlinck, Jean-Jacques Rousseau, Max Elskamp, Henri Frédéric Amiel, Guillaume Apollinaire y muchos otros. Y también le fue fácil dejarse subyugar por las figuras más difundidas entonces del modernismo literario: Rubén Darío, Amado Nervo, Juan Ramón Jiménez; y por clásicos como Virgilio o argentinos como Enrique Banch o futuristas como el italiano Filippo Marinetti o por el cautivante Edgar Allan Poe”.

Sus días de ocio en la joven capital de la Provincia apenas estuvieron matizados por poco exigentes trabajos administrativos: primero en el Ministerio de Hacienda y más tarde en la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados. Cultivó, eso sí, una  intensa vida social y numerosas amistades. Incluso llegó a alimentar algunas preocupaciones políticas, adhiriendo, como la mayoría de los escritores jóvenes de entonces, al yrigoyenismo.

En la tarde del 22 de mayo de 1928, en uno de los baños del Jockey Club de La Plata, Francisco López Merino se suicidó de un disparo de revólver en la cabeza. Los motivos de esta terrible decisión nunca han podido saberse.

En el año 1920 publicó en forma de folleto Horas de amor, un conjunto de nueve poemas que luego fuera víctima de autocensura. En el año 1921 escribió otra colección de poemas titulada Fragmentos de un libro inconcluso, dividida en tres secciones: El espejo de mi interior, Del eterno femenino y Cantos. Estas composiciones nunca fueron publicadas.

El poema El alma se me llena de estrellas... ya estaba presente en este grupo de textos y con posterioridad fue incluido en su libro Tono Menor (1923).

López Merino publicaba sus poesías en diferentes diarios y revistas del país, fundamentalmente en los periódicos El Día y El Argentino de La Plata, la revista Crónica Social, de la misma ciudad y El Cronista, diario de Chascomús.

Las obras publicadas son: Tono Menor (Poesía), publicación del autor, La Plata, 1923.; Las Tardes (Poesía), Editorial Latina, Buenos Aires, 1925 y Obras Completas, La Plata, Secretaría de Cultura de la Provincia de Buenos Aires, 1931.

Cabe recordar  una frase de Borges: "La tarea del arte es transformar lo que nos ocurre continuamente en símbolos, en música, en algo que pueda perdurar en la memoria de los hombres (...) Un escritor debe pensar que todo le ha sido dado para su obra. Pienso en la humillación, en las enfermedades, en el fracaso, en la pobreza; todo es una arcilla para la obra." Ciertamente, Francisco López Merino lo supo.  

También, Jorge Luis Borges escribió:

 

A Francisco López Merino

Si te cubriste, por deliberada mano, de muerte, si tu voluntad fue rehusar todas las mañanas del mundo, es inútil que palabras rechazadas te soliciten, predestinadas a imposibilidad y a derrota.

Sólo nos queda entonces decir el deshonor de las rosas que no supieron demorarte,

el oprobio del día que te permitió el balazo y el fin.

¿Qué sabrá oponer nuestra voz a lo confirmado por la disolución, la lágrima, el mármol?

Pero hay ternuras que por ninguna muerte son menos: las íntimas, indescifrables noticias que nos cuenta la música, la patria que condesciende a higueras y aljibe, la gravitación del amor, que nos justifica.

Pienso en ellas y pienso también, amigo escondido, que tal vez a imagen de la predilección, obramos la muerte, que la supiste de campanas, niña y graciosa, hermana de tu aplicada letra de colegial, y que hubieras querido distraerte en ella como en un sueño.

Si esto es verdad y si cuando el tiempo nos deja, nos queda un sedimento de eternidad, un gusto del mundo, entonces es ligera tu muerte, como los versos en que siempre estás esperándonos, entonces no profanarán tu tiniebla estas amistades que invocan.

Mayo 20, 1928

 

Ahora es invulnerable como los dioses.

Nada en la tierra puede herirlo, ni el desamor de una mujer, ni la tisis, ni las ansiedades del verso, ni esa cosa blanca, la luna, que ya no tiene que fijar en palabras.

Camina lentamente bajo los tilos; mira las balaustradas y las puertas, no para recordarlas.

Ya sabe cuántas noches y cuántas mañanas le faltan.

Su voluntad le ha impuesto una disciplina precisa. Hará determinados actos, cruzará previstas esquinas, tocará un árbol o una reja, para que el porvenir sea tan irrevocable como el pasado.

Obra de esa manera para que el hecho que desea y que teme no sea otra cosa que el término final de una serie.

Camina por la calle 49; piensa que nunca atravesará tal o cual zaguán lateral.

Sin que lo sospecharan, se ha despedido ya de muchos amigos.

Piensa lo que nunca sabrá, si el día siguiente será un día de lluvia.

Se cruza con un conocido y le hace una broma. Sabe que este episodio será, durante algún tiempo, una anécdota.

Ahora es invulnerable como los muertos.

En la hora fijada, subirá por unos escalones de mármol. (Esto perdurará en la memoria de otros.)

Bajará al lavatorio; en el piso ajedrezado el agua borrará muy pronto la sangre. El espejo lo aguarda.

Se alisará el pelo, se ajustará el nudo de la corbata (siempre fue un poco dandy, como cuadra a un joven poeta) y tratará de imaginar que el otro, el del cristal, ejecuta los actos y que él, su doble, los repite. La mano no le temblará cuando ocurra el último. Dócilmente, mágicamente, ya habrá apoyado el arma contra la sien.

Así, lo creo, sucedieron las cosas.

 

Fuente:

David Zambrano. Introducción a la poesía y prosa modernas. Buenos Aires, 1962.

Jorge Luis Borges. Obras Completas. Emecé, Buenos Aires, 1974.

Marcela Ciruzzi. Francisco López Merino, poeta niño.

Jorge Luis Borges. Obras Completas. 1923 - 1972. Emecé, Buenos Aires, 1974.

 

El Complejo Bibliotecario Municipal se localiza en el “Palacio López Merino”, casa paterna del poeta platense Francisco López Merino. En él funcionan tres bibliotecas: Biblioteca Central, Biblioteca Almafuerte, y Biblioteca María Elena Altube.

El fondo bibliográfico total alcanza a los 65000 volúmenes. La Biblioteca Central, de perfil universitario fue creada con carácter de publica por el Consejo Deliberante en el año 1935, por lo cual su fondo documental se constituye principalmente de bibliografía de derecho y legislación municipal, luego adquirió todo tipo de temática. Actualmente contiene cerca de 43000 ejemplares. La Biblioteca Almafuerte de alcance juvenil data de del año 1921, cuenta con material literario y textos de nivel medio de educación, constituido con alrededor de 12000 títulos. La Biblioteca María Elena Altube, de carácter infantil fue cedida por la Universidad Nacional de La Plata. Conserva en su haber, material literario y textos en relación a su fin y está compuesta por 7000 ejemplares. Sala de Autores Platenses. El Complejo Bibliotecario cuenta además con bibliografía de hijos de la ciudad. En el presente es un lugar donde se registra y preservan las publicaciones de los escritores locales y escritores por adopción. La Hemeroteca, en estos momentos se encuentra en reconstrucción. La Videoteca consta de 120 videos de diferentes temáticas.

El Concejo Deliberante de La Plata, sancionó la Ordenanza que lleva el Nro. 6485 que “Declara de Interés Municipal como pertenecientes al Patrimonio Arquitectónico Platense, los siguientes edificios de propiedad de la Municipalidad de La Plata: Palacio Municipal, Museo y Archivo Dardo Rocha, Coliseo Podestá, Pasaje Dardo Rocha, Cementerio (Sector Acceso), Casa de Almafuerte, Casa López Merino, Banco Municipal (Av. 7 esq. 49), Banco Municipal (48 esq. Diag. 74), Casillas de madera del Jardín Zoológico, Casillas de madera del Parque Saavedra (sector cerrado), Conjunto de edificios que integran el Complejo Recreativo de la República de los Niños.

Conforme ilustra el Informe Técnico valorativo realizado por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, que se acompaña al presente, la casa comenzó a construirse en el año 1910, desarrollada en cuatro plantas con una superficie de 1.400 m2.. A 100 años de su construcción, “el edificio alberga una función no compatible con su estado, dado que alberga una biblioteca municipal cuyo depósito de libros se ubica en el sótano, el cual no cumple con las condiciones necesarias para albergar dicha función y el deterioro de los libros por causa de la humedad es preocupante.

Asimismo, el desprendimiento y la caída de los cielorrasos registrados últimamente, como las instalaciones precarias de luz y gas, representan un alto riesgo para el personal y los usuarios de dicha biblioteca”, “Es una obra de autor de gran valor arquitectónico destacándose en sus dependencias la nobleza de los materiales y su gran factura, caracterizando los palacetes de la época y testimonio de la vida del destacado poeta Francisco López Merino”.

Por lo expuesto consideramos necesario la sanción de la  presente a fin de posibilitar la realización  de programas de conservación,  preservación, restauración, reutilización y refuncionalización, de este Bien Histórico y Cultural, razón por la cual solicitamos el voto afirmativo de los señores Diputados.