Fundamentos de la

 

Ley 13913

 

 

 

Se somete a consideración de Vuestra Honorabilidad el proyecto de ley que se adjunta para su sanción, a través del cual, se declara Monumento Histórico y Cultural de la Provincial al inmueble que actualmente ocupa la Sede del Club Atlético Carlos Casares, ubicado en la Avenida  San Martín № 108 esquina Moreno, partido de Carlos Casares.

El Club Atlético Carlos Casares fue fundado en el año 1913. Desde entonces, en sus instalaciones se han desarrollado actividades sociales, deportivas y culturales. Actualmente se ha limitado a promover aquellas que han logrado una importante adhesión de sus asociados y dejado otras que la han perdido (esgrima en sus primeras décadas de existencia y su biblioteca).

El edificio actual fue construido hacia 1931 y posteriormente la institución incorporó tres espacios linderos a la edificación original: sobre la Avenida San Martín cuenta con un salón y dependencias para la práctica de gimnasia con aparatos, a continuación hacia mitad de cuadra, una importante superficie libre para la práctica del básquet y fútbol cinco y un predio en los fondos del gimnasio donde se proyecta la construcción de un polideportivo cubierto.

En cuanto al edificio original que nos ocupa, una primera imagen nos muestra una elegante edificación de linimientos neo coloniales teniendo en cuenta la articulación de sus muros exteriores mediante una rítmica secuencia de ventanales y portones de acceso con arcos de medio punto, unificados mediante un moldurado continuo que acentúa los arcos mencionados. Sobre cada vano se repite una ornamentación floral con excepción de los accesos donde el motivo se reemplaza por un escudo de la institución. Una línea continua de tejas coloniales a modo de alero sobre la cornisa y el zócalo sobresaliente refuerza la unidad conjunta.

Sobre las tejas el edificio remata con un muro totalmente liso, solo interrumpido por pequeñas torrecillas que enfatizan el acceso y la esquina.

Por detrás de esta fachada se oculta la cubierta de chapa ondulada de varias pendientes. La misma se sustenta en una estructura de madera que sujeta el sistema de tirantes, entretecho de mampostería de ladrillos y clavaduras de sujetación de las chapas. Suspendido de esta estructura mediante listones verticales se observan los cielorraso de metal estampado sujetados por una estructura ortogonal  de listones.

El acceso sobre la avenida se resuelve mediante un zaguán con puerta cancel que comunica por un medio de un pequeño hall con otro de dimensiones más importantes hacia atrás, hoy ocupado por mesas pertenecientes al buffet, y por sendas puertas, con la cocina hacia la derecha y con un gran salón ubicado sobre la esquina del predio, hacia la izquierda. A continuación de aquel, sobre la calle Moreno y separados por divisiones vidriadas, se hallan dos salones menores. La secretaría está a la derecha del hall, según se ingresa desde la calle San Marín, cuya ventana abre a la cerca.

En el centro de la edificación se encuentra un patio cubierto con un gran lucarna vidriada que sirve de distribuidor y expansión de los salones, la ex biblioteca, baños y vestuarios. Se observan reconstruidos los cielorrasos en yeso suspendido que cubren la galería perimetral a la lucarna. El área de sanitarios y vestuarios con un acceso de servicio por la avenida sirve de separador y conector de la cancha cubierta de pelota paleta.

El inmueble cuenta con carpintería en madera posiblemente de cedro en excelente estado de conservación. Los portales de acceso están realizados en doble hoja, tipo tablero con banderola. Las ventanas están compuestas de hojas de bastidor con vidrios repartidos, banderola y persiana de celosías metálicas.

Se observan algunos detalles de diseño particular como arañas de bronce con el escudo de la institución, y otros de singular distinción como la “boisserie” que reviste el perímetro de los salones y el hogar de importantes dimensiones, en el salón principal, los pisos de los salones son de granito reconstruido en color blanco tiza, formando cuadrados separados por guardas negras, a 45º de los muros perimetrales.

El Club Atlético Carlos Casares posee valor testimonial e histórico, es un ejemplo de arquitectura de buena factura y tiene mobiliario de la época que debería mantenerse. Por lo expuesto se recomienda la inclusión dentro del patrimonio de la provincia de Buenos Aires.