Fundamentos de la

Ley 10673

 

            El 24 de junio del corriente año, el Honorable Concejo Deliberante del partido de Coronel de Marina Leonardo Rosales, sanciona una resolución solicitando al Poder Ejecutivo provincial que designe con el nombre de “Doctor Ricardo Balbín” al edificio que concentra oficinas públicas provinciales, sito en la calle Juan José Paso 505 de la ciudad de Punta Alta.

            Rendirle hoy este homenaje, es hacer justicia a la memoria de un hombre grande en su pensamiento y en sus actitudes. Los contrastes y frustraciones que le tocó padecer en su larga y apasionada lucha, lejos de mellar sus convicciones, fortalecieron su fe para la permanente defensa del sistema democrático.

            Ricardo Balbín fue un combatiente toda su vida, desde la década del 20, cuando su militancia universitaria, hasta su muerte el 9 de septiembre de 1981.

            Fue sin duda, y por méritos propios, un patriota cabal, su vida y su obra fue tributo permanente al enriquecimiento del acervo político, institucional, social y cultural de la República. Se lanzó de lleno a la militancia política, consustanciando su causa con la del partido, que por tal es la causa del género humano.

            En 1959 Balbín asume como Presidente del Comité Nacional de la U. C. R.,  a partir de este momento comienza a desarrollar una estrategia que tiende a la coincidencia de los sectores populares. En 1962 se concreta la “Asamblea de la Cavidad”, que posibilita la salida institucional. Ocho años más tarde, otro instrumento, “lLa hora del pueblo”, es el mecanismo idóneo para salir de la crisis. Sin reservas dialoga con Perón, y ante la asunción del gobierno por parte del peronismo cumple su palabra en el sentido de que ¡quien gana gobierna, y quien pierde ayuda”.

            En 1976 trata nuevamente de salvar las instituciones democráticas. “Aunque sea con muletas –dijo en momentos cruciales para la República- tenemos que llegar al final del período constitucional”. Y su voz no fue escuchada, el “Régimen” quiere volver y vuelve. Es detenido en dos oportunidades, pero Balbín sigue la tarea de recuperar las instituciones que concretará con su último y gran instrumento, la “Multipartidaria”. Cuando el 9 de septiembre fallece un profundo estremecimiento sacude a la República. Había muerto el presidente moral de los argentinos.