FUNDAMENTOS DE LA LEY 15029
Nacido en el año 1887 en San Fernando, provincia de Buenos Aires, hijo de madre italiana y padre alemán, Xul Solar fue según palabras de Jorge Luis Borges “hombre versado en todas las disciplinas, curioso de todos los arcanos, padre de escrituras, de lenguaje, de utopías, de mitologías, huésped de infiernos y de cielos, autor panajedrecista y astrólogo, perfecto en la indulgente ironía y en la generosa amistad, Xul Solar es uno de los acontecimientos más singular de nuestra época… Sus pinturas son documentos del mundo ultraterreno, del mundo metafísico en que los dioses toman la forma de la imaginación que los sueña”.
Estudió arquitectura en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires. Al cumplir los veinticinco años viajó a Hong Kong y recorrió algunos países europeos como Inglaterra, Francia e Italia. En Milán conoció al pintor argentino modernista Emilio Pettoruti. Cuando volvió al país, se relacionó con el ámbito cultural porteño y se rodeó de pintores, músicos y escritores; de allí su amistad con Borges.
Interesado por la filosofía, las ciencias ocultas y las creencias de las distintas culturas, ya en 1919 sus obras reflejaban esta inquietud espiritual, con la aplicación de colores vivos, formas y símbolos geométricos, figuras sencillas y, a menudo, palabras. Precisamente los signos lingüísticos llamaban poderosamente su atención. Llegó a dominar diez idiomas e incluso a crear alguno. Hizo uso, en sus creaciones, de letras y signos gráficos, e incluso se le atribuye la creación de un lenguaje pictórico denominado "criollismo".
Personaje excéntrico y curioso, Xul Solar poseyó una gran cultura, que exhibía con sencillez y gracia poco común. Asimiló las convenciones estilísticas de la vanguardia europea, pero con un estilo personalísimo que resaltaba por su originalidad y mezcla de estilos. En la década de 1930 a 1940, Xul creó paisajes y diseños arquitectónicos fantásticos que dan fe de sus estudios sobre misticismo, teosofía y astrología.
Trascurrió largas temporadas en su casa del Tigre, a la que llamó Li Tao, a la vera de la confluencia entre el río Luján y el canal Villanueva, “Li” por su esposa Lita y “Tao” por la palabra china que significa “camino”. Allí murió en abril de 1963.
Homenajear a este hombre excéntrico pero austero, innovador y trascendente es acercarnos a su incansable búsqueda, a su creación y a su magnífica obra
Por todo lo expuesto, es que solicito la aprobación del presente proyecto.