Fundamentos de la Ley 12428

 

 

            El 10 de setiembre próximo pasado se habilitó la primera etapa del pasaje Dardo Rocha como centro cultural. Alberga tres museos y un restaurante confitería. Se exponen obras de artistas latinoamericanos contemporáneos residentes en Europa, un gran Berni cedido en préstamo por tiempo indeterminado y obras de plásticos nacionales y locales. En una segunda etapa se habilitaron en la misma planta baja el café literario y luego, en el primer piso, un cine arte y una sala de teatro.

            La primitiva estación de trenes de La Plata comenzará a transitar el destino imaginado por Luis Monteverde en 1928: un centro cultural y gran galería de exposiciones bajo el aspecto de un palacio francés.

            Los tres museos con los que contará la planta baja del Pasaje Dardo Rocha son el Municipal de Arte, el fotográfico y la novedad: el de Arte Contemporáneo Latinoamericano. Este organismo aportará un importante patrimonio integrado por obras de prestigiosos plásticos del continente residentes principalmente en Europa, alguno de los cuales ya han fallecido.

            El pasaje ha sido remodelado a nuevo y luce espléndido. Su estilo definido de palacio francés se presta perfectamente para sus nuevas funciones. Se ha cuidado el trabajo para no desmerecerlo con imposiciones extrañas y se ha tratado de redescubrir sus espacios y hasta  sus columnas originales. Esto se hace visible en toda el ala que da a calle 50 de la Capital de la Provincia y que ocupa a partir de hoy el Museo de Arte Contemporáneo Latinoamericano (Macla). Allí se intercomunican todas las salas a lo largo generando un corredor paralelo al gran hall central.

            El Macla es una de las novedades de este centro cultural y albergará importantes obras. allí se exhibirán obras de Julio le Parc, Julio Silva, Carmelo Arden Quin, Antonio Seguí, Luis Tomasello, Leopoldo Torres Agüero, Jorge Abbot, José Antonio Fernández Muro, Sarah Grillo, Estefan Strocen, Rogelio Polesello, Blazko, Raúl Lozza, Felipe Noé, Clorindo Testa, Ocampo y el catálogo lleva las firmas de Saúl Yurkievich, el uruguayo Eduardo Galeano, Néstor García Canclini y del director y creador de este museo, el reconocido plástico platense, César López Osornio. Asimismo se asegura que se Intentará incorporar un "Penetrable" de Soto en noviembre, quien visitará La Plata para esa fecha.

            Un patrimonio riquísimo que quedará expuesto desde la capital de la provincia para todos los bonaerenses. Debe pensarse nada más en un Berni de 1,94 X 2,86, maravilloso y representativo de la época anterior a los grandes collages que le dieran trascendencia internacional. Pintado en 1951 y prestado "por tiempo indeterminado" por la hija del pintor, Elena Berni a través de la galería de Ruth Benzacar, representa su paso del arte social al "arte bruto", que fue el prólogo inmediato a la serie de Juanito Laguna.

            Por primera vez la ciudad de La Plata contará con una fotogalería y museo fotográfico que comenzará con una muestra de autorretratos. Merecido espacio dedicado a un arte que carece de sitios fijos de exposición. Tanto el Municipal de Arte como la fotogalería ocupan la mitad del ala que da a calle 49. La otra mitad se dedica a confitería y restaurante. Queda libre sobre la última mitad mencionada un rincón donde se ubica el café literario.

            A fines de setiembre se tiene previsto inaugurar el "nuevo Select", un cine arte que comenzará sus funciones con el melodrama que más recaudó en la historia del cine: "Lo que el viento se llevó", el mismo filme con el que cerró sus puertas el cine de calle 7 y una sala teatral, ambos instalados en el primer piso.

            De vieja estación a casa para la cultura, el pasaje Dardo Rocha reencuentra su camino como centro cultural. Es una de las construcciones fundacionales y levantarlo costó 400 mil pesos de entonces. Fue realizado por el ingeniero Pinaroli, a la usanza de las grandes estaciones europeas y albergó la gran estación de ferrocarril. Fue inaugurada, después de soportar un gran incendio, el 30 de agosto de 1887 aunque la actividad ferroviaria había comenzado en el lugar, cuatro años antes.

            De aquella gigantesca y desproporcionada estación para una ciudad que alojaba solo un puñado de habitantes, pero que fue pensada para el futuro, se guardan fotografías. Se notan sus playas de carga, sus entradas principales, los carruajes. Su nacimiento no fue sereno. El 23 de enero de 1887 el fuego casi destruye en forma total al prácticamente terminado edificio de la estación. Luego fue reconstruida, terminada y habilitada.

            Fue estación de trenes hasta febrero de 1906, cuando se inauguró la de 1 y 44. Entonces quedó vacío el edificio que era entonces de color gris, diferente al blanco actual. Eran dos cuerpos iguales con aspecto dórico que miraba con soberbia arquitectónica a la entonces plaza de la Legislatura, luego Primera Junta y por último, San Martín.

            En 1928, el gobernador Luis Monteverde fue el que pergeñó la idea de un pasaje, "cuyo aspecto exterior será el de un sobrio palacio estilo francés, para destinarlo a salas de concierto, pequeños teatros y un gran vestíbulo central de exposiciones".

            Ese mismo año, la Dirección de Arquitectura del ministerio de Obras Públicas de la Provincia tuvo a su cargo la remodelación y entonces, exposiciones industriales, galerías pictóricas, obras del Museo provincial de Bellas Artes, conciertos, conciertos, festivales y hasta partidas simultáneas de ajedrez se desarrollaron en ese pasaje que, desde 1930 se llama Dardo Rocha.

            La historia cuenta que luego, el pasaje fue sede provisoria del ministerio de Acción Social, de LS 11 Radio Provincia, de la Dirección de Telégrafos, Asesoría Letrada, Ministerio de Trabajo y Archivo Histórico de la Provincia. En 1944 se estableció en el pasaje el Correo. En todos estos años, el edificio sufrió los daños esperados de sus múltiples usos. Se llenó de tabiques, se interrumpió el paso de la gente ocupando el hall central, dejó de ser "pasaje" para pasar a denominarse "el correo".

            Al quedar vacío luego de la mudanza del Correo a su nueva sede, el Pasaje fue ocupado para que cumpliera, de manera alternada y tibiamente, aquellas funciones para las que fue remodelado en 1928, cuando adquirió su aspecto de palacio francés.

            En el año 1982 fue donado por la provincia de Buenos Aires a la municipalidad de La Plata por medio de un decreto-ley, con el objeto de establecer en el mismo un centro cultural, dejando expresamente establecido la prohibición de instalar oficinas administrativas en el cargo de la donación. Desde 1990 el palacio viene adquiriendo mejoras, subrayando ese perfil cultural que ha llegado a su máximo esplendor el pasado 10 de setiembre con su reinauguración. El Pasaje brinda hoy salas amplias, con una iluminación cuidada y perfecta, con los trabajos colgados a una distancia ideal para permitir una adecuada contemplación, y sistemáticamente agrupados. Los trabajos de los plásticos de mayor renombre son  bien representativos y algunos, realmente espléndidos. Sesenta y cuatro pintores contemporáneos latinoamericanos están presentes hoy. La obra de Berni, de la década del '50, es la que convoca un número mayor de espectadores por ser su autor el más conocido a nivel masivo, pero las obras de Le Parc, de Tomasello, Strocen, Seguí, Chab, Polesello, Dávila, Torres Agüero, Arden Quin, Abot, Julio Silva, Iommi, del uruguayo Capozzoli, son realmente maravillosas.

            Las muestras en este centro, patrimonio de la capital pero dirigidas a toda su Provincia, permite la integración de pintores de otros países con los de Buenos Aires y el resto del país.

            El resto de plásticos representados en la Macla mantienen a nivel internacional de la muestra y hay excelentes trabajos. Pero por último debe subrayarse que la gran obra es la rehabilitación del Pasaje en donde además está el primer Museo de la Fotografía a cargo de Ataulfo Pérez Aznar y el estimado y respetado Museo Municipal de Arte con Susana Scorians a la cabeza.

            El reciclado y reinauguración de este antiguo edificio, que nació Estación Ferroviaria, como Centro Cultural refuerza el rol de capitalidad de la ciudad de La Plata, obra ésta que complementa otras de jerarquía internacional como el Estadio Ciudad de La Plata, el Teatro Argentino y la remodelación de la Iglesia Catedral.

            Por los motivos expuestos, y la importancia del aporte cultural que implica este emprendimiento para la sociedad bonaerense, solicito a los señores legisladores que se sirvan acompañar con su voto esta iniciativa.