Fundamentos de la Ley 13737

 

 

            Una conocida frase popular y ampliamente difundida dice: “los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetir los mismos errores”. No hace falta analizar demasiado esta frase para valorar la importancia de conservar viva la memoria de los pueblos.

            Los pueblos tienen su génesis, su historia, su idiosincrasia que explican su devenir histórico. A partir de ese conocimiento del origen, cada pueblo podrá conocer el desenvolvimiento de los acontecimientos que en él se sucedan.

            ¿Por quien se encarga de conservar intacta la memoria de un pueblo? ¿Quién se encarga de guardar todo aquellos que explica la idiosincrasia del lugar y pertenece a la historia del pueblo? Quizás la mejor respuesta a esto la haya dado el periodista Alberto González Toro, del diario Clarín, en una nota realizada al periodista Roberto Di Chiara: “Roberto Di Chiara tiene una gran obsesión: recuperar el tiempo perdido”. Justamente de eso se encargan los archivistas y coleccionistas: de recuperar aquello que para el resto de la sociedad está perdido, y preservarlo del olvido.

            La historia de la República Argentina y de gran parte de los países latinoamericanos descansa en el archivo personal del periodista, archivista y cineasta Roberto Di Chiara. Para muchos, este hombre sencillo y humilde es el dueño indiscutido de la historia latinoamericana y de parte de la mundial.

            Así lo acredita una nota del diario Clarín del 8 de enero de 2002 titulada: “El custodio de las imágenes y los sonidos históricos de la Argentina”. Según esta nota, Di Chiara es el fundador del archivo de cine, TV, y radio más grande de Latinoamérica, y en su haber cuenta, entre otras cosas, con 25 mil películas, 52 mil noticieros cinematográficos, 2 millones de fotografías, 180 mil rollos de la TV argentina, 3 mil guiones de radio, 70 mil discos de pastas, 34 mil programas radiales, 10 mil cortos publicitarios, 10 mil partituras musicales, 100 mil sobres con recortes y 7.200 placas de vidrio del siglo XIX.

            Roberto Di Chiara nació en Avellaneda, en la provincia de Buenos Aires. Como todo chico que admira el trabajo y la figura paterna, Roberto decidió continuar con la labor de su padre. Es decir, optó por continuar con la difícil tarea de guardar, archivar y buscar todo aquel material que, según sus propias palabras, para el resto de la gente no existe o es imposible conseguir.

            Comenzó a los 10 años a documentar la realidad con una pequeña camarita de su propiedad, obsesionado siempre por evitar el olvido. A los pocos años, comenzó a comprar cintas en las ópticas, y hasta buscar material en los tachos de basura de las grandes distribuidoras de Lavalle y Ayacucho.

            En 1952 se recibió de periodista y sus primeros pasos los dio en el prestigioso diario Crítica de Natalio Botana. Unos años antes, en 1949, Roberto había fundado su archivo personal en Florencio Varela, en la provincia de Buenos Aires.

            En 1962, Di Chiara recibió uno de los premios más importantes de su trayectoria, que constituyó para él un incentivo para seguir en la labor periodística: En Estados Unidos fue premiado con la Llave de los Estudios Paramount.

            8 años más tarde, otro premio internacional llenaría de orgullo a Roberto. Francia lo galardonaría con el Premio San Carlos Rey.

            La gráfica, la radio, y la TV siempre fueron los medios de difusión masivos que le permitieron a Roberto Di Chiara informar, dar a conocer sus opiniones y llevar adelante una interesante obra solidaria. Al respecto, trae a su memoria una gran cantidad de capillas que fueron levantadas gracias a su colaboración, y resalta con un tinte de orgullo “Hoy ya son parroquias”.

            Di Chiara durante años proyectó películas de cine en las parroquias los días domingos después de la misa de niños. Según él, ante la misa de niños terminaba a las 10 de la mañana y les daban a los chicos un chocolate con galletitas, y ahí él proyectaba las películas con el objetivo de entretenerlos. Paralelamente, los sábados y domingos también proyectaba cine en varias salas donde la gente pagaba la entrada y con ese dinero lo destinaba a obras de caridad. “Yo nunca cobré un peso, porque siempre lo hice por amor. Soy un católico practicante que trata de hacer lo mejor para el resto”, concluye.

            Pero este hombre, que no dice la edad, aunque asegura que tiene varios años, también, recorrió hospitales y escuelas inculcando al espectador el amor por el cine, al tiempo que rodaba una sonrisa de un chico de una escuela o le sembraba una semilla de esperanza a un enfermo terminal de un hospital.

            A lo largo de su carrera, Di Chiara formó parte de distintos medios periodísticos de relevancia nacional e internacional: se desempeñó en la redacción del diario Clarín y fundó Clarín Revista. Durante años fue el guionista del legendario noticiero Sucesos Argentinos, noticiero que marcó una huella indeleble en el periodismo y que a pesar de los años continua vigente en la memoria de los argentinos. También fue fundador de la Asociación de Periodistas, recibiendo en el año 2000 la mención especial Primer Socio Honorario de APTRA.

            En el año 2001, la empresa de Di Chiara inauguró su propio sitio de Internet, www.archivodifilm.com, desde donde se puede consultar gratuitamente los noticieros del mes, bajar fotos y sonidos de radioteatro, y películas de otros tiempos.

            Di Chiara, el hombre que con su sola presencia transmite historia, también dedica varias horas a la lectura y a la escritura. Publicó 3 libros cuyos títulos son: La radio que yo viví, Delfor el fabricante de estrellas y el cine mudo argentino. Según él, éste último libro fue motivado por el hecho de que en 1996 se cumplían 100 años de la 1ra. exhibición en Argentina del cine mudo, y nadie había hecho nada “Por eso decidí escribir un libro que rindiera homenaje al cine mudo, donde cuento anécdotas, y detalles de la época”, explica Roberto.

            El custodio de las imágenes y los sonidos, según el diario Clarín, reparte las 24 horas del día entre su archivo personal en Florencio Varela y su trabajo en Canal 9, desde obtiene parte de los fondos que le permiten solventar los gastos del archivo, ya que no recibe ningún apoyo estatal. “El material del archivo se guarda en 2 depósitos de Florencio Varela, pero todo lo relacionado con el cine mudo y la actividad de la guerrilla setentista fue puesto en una bóveda bajo tierra, en algún lugar de Chascomús, en la provincia de Buenos Aires”, confiesa Di Chiara.

            En febrero de 2007, la agencia de noticias Wikinoticias hace referencia al archivo cinematográfico y televisivo de Roberto Di Chiara con un título que lo describe todo: “El archivo de los U$S 100 millones”. La nota periodística informa que uno de los mayores tesoros que tiene Di Chiara en su archivo es una copia del documental TANKS, del cineasta Orson Welles, que fue cotizada por un alto funcionario de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, considerada la más completa del mundo, en 18 millones de dólares.

            El documental TANKS fue encargado a Welles por el ejército de los Estados Unidos en 1942 para incentivar a los soldados norteamericanos que iban a pelear contra los nazis durante la II Guerra Mundial. Según Di Chiara, la pieza nunca fue difundida y una de esas copias terminó en sus manos.

            Para la agencia Wikinoticias el 4to. archivo del mundo, y el 1ro. de Latinoamérica está en Argentina y es el de Roberto Di Chiara: “Es por lejos la mayor reserva audiovisual de la Argentina (superando al archivo de cualquiera de los 5 canales de aire o incluso al Archivo General de la Nación), y uno de los mayores de Chile, Bolivia y Paraguay, donde fue declarado ciudadano ilustre por haber rescatado la memoria de ese país.

            Pero el documental TANKS no es el único tesoro que guarda el archivo de Florencio Varela. En 1961, luego de varios meses de búsqueda, Di Chiara encontró en un sótano uruguayo la película El Mito que fue realizada por la Revolución Libertadora en 1957 para desacreditar la figura del peronismo.

            En una nota publicada por INFOBAE, el 8 de abril del corriente año, Di Chiara explica de que se trata la película: “La cinta de El Mito fue realizada en total misterio ya que nadie la firma, no tiene créditos y tampoco se reconoce la voz de los locutores. Fue realizada con imágenes de noticieros emitidos durante la época del peronismo y pese a los años mantiene una excelente calidad de reproducción”.

            El Mito fue reproducida en la pantalla grande por primera vez el 8 de abril por canal 9, después de 50 años de ser realizada por la Revolución Libertadora que derrocó al gobierno peronista. De esta manera, una vez más la historia volvía a hacerse presente, y se convertía en realidad una famosa letra de León Gieco que con una nostálgica melodía dice “Todo está guardado en la memoria”.

            Muchos fueron los espectadores que con distintos sentimientos siguieron atentamente la proyección de la cinta convirtiéndose en el programa más visto del día en canal 9 con 11 puntos de rating.

            A pesar de los numerosos reconocimientos que recibió Di Chiara en toda su trayectoria, él no se considera merecedor de los mismos. Para él, la vida consiste en construir una realidad más justa y humana basada en el amor al prójimo en cualquier manifestación, y en ese sentido los reconocimientos son un invento de los hombres. Aunque no niega la alegría que le causan.

            Sin lugar a dudas, Roberto es consecuente con su pensamiento, ya que cada día que empieza para él es una nueva oportunidad para transformar la dura realidad. Es un convencido de que la mejor manera para llevar adelante una profesión, oficio o actividad es realizarla con amor.

            Días atrás, Roberto Di Chiara declaraba a Mariano Grondona, en un reportaje que éste le hiciera por Radio 10: “Lo que yo hago para preservar la memoria de Argentina y del mundo, es una obra de amor”. Y luego de indagar un poco sobre la vida de este sencillo periodista, no caben dudas de que la obra del “protector de la historia” está sellada a fuego con amor.

            En ese mismo reportaje, también, Di Chiara, tal vez con una cuota de tristeza por la falta de apoyo estatal para financiar los gastos del archivo, también, declaraba: “En los 58 años que tengo el archivo solo he visto y clasificado 60 mil horas, gracias al apoyo de mis hijos, mi esposa y algunos colaboradores. Hay muchas cosas que todavía no las he visto porque somos pocos”.

            En igual sentido, la agencia Wikinoticias asevera las declaraciones de Roberto Di Chiara: “Austero, Di Chiara cuenta con orgullo que financia su tesoro con su sueldo de periodista de gráfica, radio y TV”.

            Según él, de lo que gana trabajando la mitad lo destina a la compra de nuevo material, aunque reconoce que hace unos meses que no puede adquirir más porque actualmente no sabe todo lo que tiene en el archivo debido a que hay miles y miles de metros de cinta sin ver y clasificar. “Esto es consecuencia de que somos pocos y de que no contamos con muchos recursos para tan magnífica obra”, describe el periodista, y en tono de broma agrega: “Todos los meses cuando llegan los gastos me vuelvo loco”. La falta de recursos económicos, también declaraba. Di Chiara, “no me permitió comprar algún material que fuera importante para el país”.

            Sin embargo, y pese a todos los obstáculos, el dueño del archivo más grande de Latinoamérica y del cuarto a nivel mundial, que viajó 51 veces al exterior buscando lo que para el resto no existía, nunca baja los brazos. Su espíritu y su alma se retroalimentan en la búsqueda de lo imposible.

Señores legisladores: solo mostré una parte de la obra de este periodista bonaerense que ha intentado durante toda su vida salvar la historia latinoamericana y parte de la mundial. El amor a la historia es la constante en toda su trayectoria y lo ha combinado con otros valores cristianos de tal manera que toda acción que emana de este humilde hombre tiene como destino final el bien común.

En consecuencia, pido a ustedes que acompañen este proyecto para que no caigamos en el mismo error de siempre. Personas destacadas de nuestra Provincia o país son premiadas en el exterior e ignoradas por nosotros. En ese sentido, quiero informar a ustedes algunos de los premios obtenidos por Roberto Di Chiara:

 

·                                                     Fue declarado ciudadano ilustre de la República del Paraguay debido a que la historia de ese país fue rescatada del olvido por Di Chiara, y está a salvo en el archivo de Florencio Varela.

 

·                                                     Fue declarado ciudadano ilustre de la provincia de Santa Fe en 1995 por el mismo motivo. Actualmente, la historia de esa provincia descansa en su archivo personal.

 

·                                                     En 1962 recibió la Llave de los Estudios Paramount en Estados Unidos, y en 1970 Francia lo galardonó con el premio San Carlos Rey.

 

·                                                     En 1996 recibió el Premio Martín Fierro por la producción del Programa “Te acordás César” con la conducción de César Massetti.

 

·                                                     En 1998 recibió el premio “Mejor Documental” por la película realizada sobre la obra del Padre Mujica con material inédito y de su propiedad.

 

Además, quiero destacar que durante su trayectoria periodística ha filmado más de 5.000 notas periodísticas o cortometrajes, llegando a entrevistar a distintas personalidades nacionales e internacionales: entre ellos, Jackeline Kennedy, Victorio Gasman, y Juan Domingo Perón.

En calidad de periodista, Di Chiara viajó permanentemente por el mundo y las cifras de sus viajes son elocuentes: visitó 500 veces Uruguay, 300 veces el Paraguay y 50 veces Chile.

            Además, como mostré en otra parte de los fundamentos, Di Chiara dedicó parte de su vida a realizar obras de caridad. Proyectando películas en salas de cine obtenía recursos que luego los destinaba a levantar iglesias o a colaborar con escuelas u hospitales. Nunca cobró un peso por estas iniciativas, y sostuvo su archivo personal, considerado por sus contenidos el más grande de Latinoamérica y el cuarto más grande del mundo, con su sueldo de periodista de gráfica, cine y TV, ya que nunca recibió una subvención del Estado.

            Ruego a ustedes que acompañen este proyecto, y adjunto consecuentemente algunos recortes de prensa que aseveran lo que he escrito.