Fundamentos de la

 

Ley 13925

 

 

 

            El genocidio perpetrado por el estado terrorista argentino durante la última dictadura militar (1976-1983), tuvo como objetivo la destrucción total de una generación de futuros dirigentes políticos, sociales y sindicales con fuertes ideas combativas por la igualdad social y los derechos de los desposeídos, consideradas por los militares y sus aliados-cómplices, como “peligrosa” o “subversiva”.

            En estos conceptos, los ideólogos del denominado, “Proceso de Reorganización Nacional”, basaron sus planes de terror, detención, hostigamiento, exilio, apropiación, tortura, desaparición y exterminio; necesarios para el proyecto de país que las clases dominantes y las grandes corporaciones económicas internacionales planearon y en cierto sentido lograron impulsar y perpetuar en el aspecto económico y social actual.

            La ciudad de Las Flores no estuvo ajena a este contexto nacional, sino muy por el contrario fue una fiel representación del proyecto de aniquilamiento y desaparición de personas. Junto a los centros clandestinos de detención de Tandil, Azul y Olavarría, el de la ciudad de Las Flores formó parte de una red de detención, circulación, tortura y desaparición de hombres y mujeres ilegítimamente privados de su libertad. En ese contexto, la ex Brigada de Investigaciones de Las Flores, actual D.D.I., ubicada en la Calle Avellaneda Nro. 705, funcionó como centro clandestino de desaparición y exterminio a partir del año 1976.

            Actualmente, en el inmueble funciona una oficina del Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires. Enclavado frente a los dos ámbitos educativos más importantes de la ciudad, consideramos, sería propicio utilizar el lugar para generar aportes en la educación de la comunidad, en la construcción de la democracia, en defensa de los derechos humanos, en la formación de ciudadanos críticos, partícipes, constructores de su propia realidad y defensores de la justicia social.

            La ex Brigada de Investigaciones de Las Flores, así como otros sitios que funcionaron como centros clandestinos de desaparición y exterminio durante la dictadura, constituyen una evidencia material que caracteriza y testimonia el desarrollo de un proceso histórico y la implementación de prácticas sociales genocidas en la historia argentina.

            En ese sentido, el inmueble, desalojado en su totalidad y preservada como testimonio material del genocidio constituirá un aporte a la construcción de la memoria, no solo al pueblo de Las Flores, sino a todo el pueblo argentino, memoria que, unida a la búsqueda de verdad y justicia, permitirá reconocernos e identificarnos como sujetos históricos partícipes y concientes de nuestro rol de constructores de nuestra realidad y un gran aporte a la recuperación de la “memoria colectiva”.

            El funcionamiento del edificio como centro clandestino de desaparición se encuentra detallado en la denuncia iniciada por la Secretaría de Derechos Humanos de la Pcia. de Buenos Aires y en el informe de la CONADEP, (Nunca Más, … Pág. 87).

            Esta dependencia regional de la policía bonaerense, ubicada casi en pleno centro de Las Flores, funcionó como “distribuidora” de prisioneros hacia los distintos centros clandestinos de desaparición. Los secuestrados reclamados por otras áreas para extraerle información de utilidad para la inteligencia militar de esa zona, luego de las primeras torturas e interrogatorios, fueron registrados, fotografiados y clasificados, antes de efectivizar sus traslados a otros centros clandestinos de desaparición.

            Creemos que este inmueble debe ser considerado “Museo para la recuperación de la Memoria Colectiva”, ya que las aberraciones que transcurrieron en la propiedad en cuestión, resultan de alto valor simbólico e histórico y cuyas consecuencias trascendentes y repudiables resultan valiosas para la reconstrucción de la “memoria” de nuestra pasado reciente y recuperación de la identidad de todo el pueblo argentino.

            Adjuntamos en anexo los antecedentes que acompañan el presente proyecto y que nos fuera proporcionado por “La Comisión de Homenaje de Familiares y Amigos de los Desaparecidos y Víctimas del Terrorismo de Estado de Las Flores”; entidad que conglomera a un grupo de personas con convicciones e ideales que sobrevivieron de aquella generación, que un modelo de país terrorista intentó callar y hacer desaparecer.

            Por todo lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.