Fundamentos de la Ley 12269

 

 

Las sociedades urbanas han producido desde muy antiguo gran cantidad de residuos difíciles de reciclar, no tanto por su composición -no muy diferente de los procedentes de las áreas rurales- como por su cantidad.

El desequilibrio natural del ser humano productor y consumidor y no reciclador o descomponedor, llega al máximo en nuestras sociedades actuales, netamente productoras, poco capaces de reciclarlos o devolverlos al medio sin agredirlo.

El deterioro progresivo del medio ambiente, la crisis energética y las nuevas tendencias de los países, principalmente de la CEE, han ido marcando la necesidad de un cambio de actitud en la gestión de los residuos.

Si la década de los ochenta fue una década de conocimiento de la situación, de planeamiento y de búsqueda de soluciones rápidas pero eficaces, la década de los noventa se destaca como la de planificación y desarrollo de sistemas de reciclaje, reutilización y recuperación de los residuos.

Aquello que decía Juan Domingo Perón en 1972 en el mensaje a los hombres y gobiernos del mundo.

El ser humano cegado por el espejismo de la tecnología, ha olvidado las verdades que están en la base de su existencia. Y así mientras llega a la luna gracias a la cibernética, la nueva metalurgia, combustibles poderosos, la electrónica y una serie de conocimientos teóricos fabulosos, mata el oxígeno que respira, el agua que bebe y el suelo que le da de comer y eleva la temperatura permanente del medio ambiente sin medir consecuencias biológicas. Ya en el colmo de su insensatez, mata al mar que podía servirle de última base de sustentación”.

El tiempo ha transcurrido y la situación que vivimos hoy en relación al medio ambiente, confieren a aquella caracterización que hacía el General Perón, hace ya 24 años, una vigencia plena y de renovada actualidad.

Es tarea de los gobiernos ganar conciencia en la humanidad sobre la necesidad imperiosa de procurar la salvedad del medio ambiente. Pero es también tarea de gobierno asumir esa actitud ambiental y proyectarla a sus sociedades en todos los ordenes.

El proyecto que hoy sometemos a consideración, refleja que la labor de la Administración del gobierno provincial puede ser fundamental a la hora de impulsar la utilización de materias recicladas, en nuestro caso, el contrato o compra de insumos para las actividades de todas las reparticiones del gobierno, sella un compromiso gobierno-sociedad para con nuestra deuda con la naturaleza.