Fundamentos de la
Ley 10852
El
presente Proyecto de Ley, que se somete a consideración de este Honorable
Senado, tiene como único y principal objetivo rendir un cálido y sincero
homenaje a quien en vida fuera el Senador Provincial por
Pretender una semblanza de Alfredo cossi, con el ánimo de imbuir el Honorable Cuerpo de la calidad humana del Legislador desaparecido, sería entrar en el delicado terreno de la subjetividad, bastardeando afectos y calidades de un sentir en que la íntima particularidad de cada ser, no admite reconsideraciones ni reclama nuevas prendas. Su personalidad no fue un sofisma, tenía la transparencia de un cristal, era un alma noble, llena de ilusiones y de humana fragilidad.
Se puede recurrir a Aníbal de Antón, para decir con él: “todo lo ganó. A fuerza de pulmones y de manos labriosas. Ganó el techo de una casa mediante largas cuotas de sudor y sacrificios. Ganó un título de profesor…”.
Su vida toda fue una constante sucesión de sumas y restas de pérdidas y ganancias, en una cuenta que a él poco le importaba, porque supo entregarse generosamente a la causa de los desposeídos, desde una militancia a la que entregó sus mejores horas.
La cárcel que habitó por poco menos de cinco años, galvanizó su espíritu, retempló su corazón, y le dio la exacta medida de los sufrimientos, le revalorizó sus días, y le dio el temple necesario para comprender y perdonar.
Y
aquél lejano muchacho baradense que se perfilaba como
dirigente juvenil en los albores de la década del ’60, que había llegado a
ocupar un sitio en el Consejo Justicialista de
Esto es tan solo un poco de lo mucho que nos ha dejado este hombre sencillo, locuaz, dueño de una conmovedora y tozuda vocación: SERVIR.
Y visto:
Que el desaparecido hombre público, sumó a su inquebrantable integridad, una tozuda y conmovedora vocación de servicio, aún cuando debió transitar los tortuosos caminos del desencuentro, de la ingratitud, o de la intolerancia política.
Que
ALFREDO GERÓNIMO COSSI, desde los primeros pasos de su militancia política, que
lo sitúan como dirigente juvenil, en su Baradero natal, pasando por la tortura
y la cárcel en la larga noche del Proceso, hasta ese ayer tan cercano de
CONSEJERO Provincial del Partido Justicialista y Senador de
Que
hasta la absurda muerte que lo sorprende a las puertas mismas de San Vicente,
interrumpe uno mas de sus servicios, ya que aquel martes 22 de noviembre, una
nutrida agenda reclamaba su presencia en
Que su vida toda, fue una constante sucesión de sumas y restas, de pérdidas y ganancias, a la que se entrega sus mejores horas, restándolas muchas veces a la entrega afectuosa de sus seres queridos y CONSIDERANDO:
Que es de esta Honorable Cámara de Senadores erigir un monolito que perpetúe su memoria, en el lugar que se produjera el fatal accidente.
Que este homenaje de recordación, resume un especial y sentido reconocimiento hacia todos aquellos que, en la diaria y fecunda tarea de servicio, exponen lo mejor de sí mismos, sin mezquinos retaceos y sin claudicaciones: pedimos a los Señores Senadores acompañen con su voto favorable el presente proyecto de Ley.