Fundamentos de la

Ley 14081

 

La historia de la quinta La Zaida se remonta a 1.903, cuando Don Manuel Cichero le compra una fracción de terreno sobre la calle Dorrego a Don Luís Guillén en la localidad de Monte Grande. Con el tiempo Cichero va comprando los terrenos linderos, en los cuales se hallaba un chalet estilo inglés en la esquina de Dorrego y Dardo Rocha.

Desde entonces, La Zaida fue adquiriendo una vida social muy activa, visitada por muchos huéspedes durante las temporadas veraniegas. Poco a poco, se fue transformando en una colonia que vivió momentos de esplendor. En los años treinta, la finca se asemejaba a un casco de estancia. Tenía cuatro cuerpos de edificio que albergaban hasta una docena de huéspedes, con sus correspondientes dependencias de servicio. Su parque de 120 m2 contenía cocheras para cinco vehículos, caballerizas y garage. Había gallineros, variadas especies de conejo, patos y otras aves de corral.

En 1934, Aníbal Cichero Pitré, hijo de Don Manuel, resolvió realizar una importante refacción en el chalet principal. Le encargó la obra, al prestigioso arquitecto Alejandro Bustillo, quien, además, dirigió la construcción de la sede central del Banco Nación,  el Casino y la Municipalidad de Mar del Plata y el Hotel Llao Llao de Bariloche. Posteriormente, se encargó una ampliación al sobrino del anterior, Ernesto Dickman Bustillo. Durante esta etapa se construyó la piscina con sus correspondientes vestuarios y duchas.

La Zaida en su pleno tamaño de una manzana sobrevivió treinta años más. En 1963, el predio se subdividió y la quinta quedó reducida a un cuarto de manzana, con el chalet principal en la esquina de Dorrego y Dardo Rocha.

Sus muros oscurecidos por el tiempo encierran el espíritu de épocas pasadas. En su interior cada mueble, cada cuadro, cada objeto parece haber sido creado para esta residencia. Los ambientes son señoriales y austeros a la vez, en los que se destaca la nobleza de la madera utilizada, las ventanas con vitrales y los detalles en mármol y yeso. Además, en el frontispicio de la entrada principal de la casona se encuentra el escudo de La Zaida, creado y diseñado por el arquitecto y escultor, Alejandro Bustillo, quien en su época fue considerado como uno de los mejores del mundo.

El reconocimiento a dicho prestigioso artista, es reconocer la importancia de contar con su obra dentro del Patrimonio Cultural de la Provincia de Buenos Aires, que ha resistido el paso del tiempo, siendo una muestra de su pasado y una notable edificación por su valor arquitectónico.

Por otra parte, el Honorable Concejo Deliberante de  Esteban Echeverría ha sancionado la Ordenanza Nro. 7364 declarando a La Zaida como patrimonio Histórico, Cultural y Arquitectónico del Partido de Esteban Echeverría.

Es por ello, que pido a mis pares que acompañen con su voto el presente proyecto.