Fundamentos de la Ley 12822
La biotecnología, en especial las semillas o plantas transgénicas, se presentan como la revolución del agro, que permitiría solucionar problemas de producción agropecuaria, por tal motivo debemos analizar la biotecnología desde el punto de vista de la sustentabilidad.
La sustentabilidad establece que se puede producir sin degradar los recursos naturales, que son la base de la producción. Entre estos recursos, la biodiversidad es esencial. Es la fuente de genes necesarios para seguir proporcionando resistencia a enfermedades y plagas en plantas que se vuelven susceptibles por su exceso de uniformidad.
Este aspecto generalmente no es tenido en cuenta a pesar que está claramente expresado en el Convenio sobre Biodiversidad, vigente desde 1993 y firmado por nuestro país.
El impacto de la biotecnología sobre biodiversidad es muy poco discutido. Podemos observar además que las tendencias al monocultivo de estos cultivares transgénicos genera una disminución en la biodiversidad de la fauna del suelo de los cultivares y puede tener importantes consecuencias sobre las diferentes funciones que cumplen estos organismos en el ciclo de nutrientes y descomposición de la materia orgánica.
Otro de los temas a tener en cuenta es el relacionado al derecho de los consumidores de saber la procedencia de sus alimentos.
Conocemos que los europeos no quieren consumir alimentos con OGMs (Organismos Genéticamente Modificados) o con semillas transgénicas como así también en el Estado Do Sul (Brasil). En respuesta de la situación de los consumidores europeos, Monsanto anunció una campaña de educación pública para convencer a los consumidores de los beneficios de las OGMs, pero la educación pública es una fachada de una campaña más agresiva de los Estados Unidos, ya que, los OGMs han llegado a ocupar una parte de la agenda del Consejo de Seguridad Nacional, sin tener en cuenta que durante 1999, por ejemplo:
Si analizamos todo lo expuesto podemos observar que la aplicación de la biotecnología en el agro necesita más tiempo de estudio y discusión.
En nuestro país es vertiginoso el aumento de la producción de cultivos realizados con semillas transgénicas; en 1996 había 50.000 hectáreas cultivadas de soja transgénica y ya para 1999 eran 5.5000. hectáreas.
La Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria Argentina (CONABIA) ha autorizado para su comercialización soja con tolerancia herbicidas y el maíz resistente a plagas de insecto.
Se encuentran en distintas etapas previa a la comercialización: alfalfa, algodón, arroz, girasol, tomate, trigo, etcétera. El proceso de liberación de los OGMs al mercado solo tarda de 4 a 6 años y acceden a esta tecnología tanto los productores grandes como chicos.
En el mundo el 30 por ciento del mercado mundial de semillas está en manos de solo 10 empresas multinacionales y todas desarrollan OGMs (Du Ppont, Monsanto, Novatex, Aventis, Astra Zéneca, Limagrín, Seminis, KWS, Sakata y Takii).
Teniendo en cuenta que nuestra Provincia es agrícola ganadera y el aumento vertiginoso en la utilización de semillas transgénicas, creemos necesario que debe existir un organismo provincial, que tenga la función de controlar la utilización de las mismas, como así también pueda dar respuesta a los siguientes interrogantes:
Con estos interrogantes veremos que es imprescindible que la provincia de Buenos Aires cuente con un informe que establezca las bases de sustentación de la vida.
Por lo expuesto se solicita a los señores legisladores acompañen con su voto favorable, el siguiente proyecto de ley.