FUNDAMENTOS DE LA LEY 15224
Nora Etchenique estudió y honró desde el primer día su vocación médica. Fue jefa del servicio de hemoterapia del hospital “Guemes” de Haedo, coordinadora de hemoterapia de la Región Sanitaria VII y directora de coordinación operativa del Instituto de Hemoterapia. Entre el año 2003 y el 2015 se desempeñó como directora ejecutiva del Instituto de Hemoterapia de la Provincia de Buenos Aires. Recibió una beca para formarse en Francia en hemoterapia.
En el año 2016 fue desplazada como la responsable máxima del sistema de hemoterapia público de la provincia de Buenos Aires.
Con muchas ganas y expectativas el 19 de diciembre del 2019 volvió a ser designada en su cargo de directora del Instituto de Hemoterapia. Apenas retomado su cargo se abocó de lleno a la tarea de poner en marcha un elemento esencial en la salud pública, y premonitoriamente destacó que uno de los objetivos principales en su gestión era recuperar al “donante generoso y habitual”.
Es esa condición de generosidad, la que Etchenique militaba desde siempre, desde que era una adolescente. Su tarea podía resumirse, en parte, en esta idea, una persona, una profesional y militante política que dedicó su vida a sembrar en nuestro pueblo esa generosidad que la definió siempre como persona. Fue incansable en esto de construir y organizar un sistema que pudiera traducir esa solidaridad en una política pública de salud. Cómo lo señalaron sus propios compañeros de trabajo; “buscó soluciones que salvaran vidas y las encontró”.
Nora se recibió de médica en el año 1979, apenas dos años después de haber atravesado una de las experiencias más sombrías y aterradoras que puede sufrir una persona. Nora es una de las pocas sobrevivientes del centro clandestino de detención y tortura conocido como la Mansión Seré, en el partido de Morón y manejado por la fuerza aérea durante la dictadura cívico militar. El 1 de Abril de 1977, una patota de la VII Brigada Aérea de Morón y la policía bonaerense secuestraron a la mitad de la familia Etchenique en su casa de Ramos Mejía. Nora y su padre, Horacio Etchenique fueron detenidos y desaparecidos de la dictadura. Durante 15 días permaneció desparecida y fue torturada y violada por sus captores. Una vez libre retomó sus estudios y sería la segunda médica de la familia. Su mamá Rebeca Piterbarg fue una de las primeras médicas en asentarse con un consultorio en un Ramos Mejía que era el límite oeste de un conurbano incipiente. Con su título de médica, la especialidad en hemoterapia fue el segundo paso que dio, y consiguió una beca para perfeccionarse en Francia.
En 1983 ingresó en el área donde ya era especialista en el hospital “Güemes” de Haedo. Estuvo 17 años y recorrió todos los peldaños de la escala profesional hasta conseguir la dirección del servicio. Y también fue coordinadora del Instituto provincial en la Región Sanitaria VII, que abarca varios municipios de la región.
En 2000 comenzó a trabajar en el Ministerio de Salud bonaerense, en el organismo encargado de administrar las donaciones de sangre. En su gestión el Instituto de Hemoterapia comenzó a extender su jurisdicción para llegar a toda la Provincia.
No habían pasado cuatro meses desde que reasumió su cargo, que Nora Etchenique, como la totalidad de los funcionarios del Ministerio de Salud se vieron ante una prueba inédita para nuestro sistema sanitario, la actual pandemia del Coronavirus. Nora como tantos otros trabajadores y funcionarios de nuestro gobierno provincial, y en particular como ella del sistema de salud pública se desdoblaron desde el primer momento, brindando todos sus esfuerzos y capacidades para enfrentar una pandemia global.
La provincia de Buenos Aires fue en este marco una de las primeras en tener un plan para aplicar plasma de recuperados y Nora Etchenique asumió un rol determinante en ese programa. Ese acto de generosidad y solidaridad que movilizo la vida de Nora adquiría una dimensión central en el combate contra el COVID19.
Fue en el desempeño de esta tarea que el pasado 7 de agosto, falleció en un accidente de tránsito camino a desempeñar sus tareas en la sede el Instituto de Hemoterapia en La Plata. Nora, ya es recordada como la “Guardiana del Plasma”, así seguro la reconocerá nuestro pueblo, aquel al que le dedico su vocación y su trabajo. Es parte de los trabajadores que en estos momentos difíciles brindan todo lo que tienen. Es por estos fundamentos que solicito a las senadoras y senadores que acompañen con su voto esta ley en reconocimiento como Ciudadana Ilustre (Post Mortem) de nuestra provincia a la médica Nora Etchenique.
Es por todo lo expuesto que solicito a las y los legisladores, acompañen esta iniciativa parlamentaria.