Fundamentos de la Ley 13016
|
La primera carrera terciaria y/o universitaria en la Argentina data de mediados de los años 60 y se caracterizaron por ser carreras auxiliares para el cálculo numérico. Así comienzan en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de La Plata, las carreras de Computador Científico y Calculista Científico. Estos estudios no abarcaban temas propios de las Ciencias Informáticas, ya que las mismas recién comenzaban a esbozarse en los países con mayor adelanto tecnológico.
A partir de 1970, y hasta mediados de la década del 80, la evolución en la formación de profesionales en informática, no tuvo cambios muy significativos. En medio de un importante crecimiento en la demanda de recursos humanos, las limitaciones para ingresar a la universidad, la carencia de docentes formados, y la escasez de carreras fueron la causa del retraso de la evolución de esta ciencia en nuestro país con respecto al mundo.
Desde 1983, con el advenimiento de la democracia, hay un importante incremento en las matrículas (por ejemplo: La Universidad de La Plata, pasó de 70 a 600 inscriptos en 1984), concomitantes las universidades implementan diferentes carreras, procediendo a capacitar los cuerpos docentes, para cubrir la creciente demanda, constituyéndose esta actividad en el período 1984/1990, en el área con mayor crecimiento.
Al concluir la década del 80, se empieza a transitar un período de consolidación, con un número importante de post-grado en informática, y una diversidad de carreras en la mayoría de las universidades públicas y privadas del país, en 1996 se calculaba el número total de alumnos de informática en 50.000, sumando todas las universidades argentinas, mientras que el cupo en la provincia de Buenos Aires, solamente superaba los 5.000, a lo que hay que sumarle el enorme aporte del estudio terciario.
Al mismo tiempo la demanda de empleo para profesionales de sistemas ha crecido hasta situarse con una de las tres profesiones más demandadas durante la década del 90. En la Universidad de La Plata se crea en 1999 la Facultad de Informática, y en la Universidad del Sur el Departamento de Ciencias de la Computación, hoy se observa que en las universidades de nuestra Provincia entre el 10% y el 15% de las matrículas, corresponden a las Ciencias Informáticas.
La Ciencia Informática, disciplina que estudia el análisis de los problemas del mundo real utilizando computadoras, constituye uno de los ejes principales del desarrollo actual, la generación de conocimientos relacionados con la informática y la transferencia de los resultados son muy importantes en todo el mundo y particularmente en nuestros países en desarrollo.
El principal bien tutelado al que apunta el presente proyecto de ley es doble. Por un lado el del aspirante a profesional en Ciencias Informáticas, que muchas veces es engañado en su buena fe a través de propagandas que lo inducen a creer que la variedad de cursos libres y cortos que se ofrecen le brindarán una formación completa y habilitante para el ejercicio de esta disciplina. Y por otro, para las instituciones educativas reconocidas oficialmente, que a través de una inversión y una capacitación sistemática garantizan la calidad de la formación académica.
Con esta herramienta legal se logrará una deseable coherencia en el desenvolvimiento de una actividad que interesa fundamentalmente al bienestar del país y de nuestra Provincia.
Por todo lo expuesto es que solicitamos a los señores senadores nos acompañen con su voto afirmativo.
|