La
empresa GATIC S.A., fue fundada en 1953 por Eduardo Bakchellian,
aproximadamente a partir de 1970 y mediante otro de tantos acuerdos firmados
con empresas extranjeras, GATIC S.A., se convierte en la principal empresa
textil de la Argentina,
hasta su convocatoria de acreedores y gracias a las gigantescas deudas que
grandes empresarios nacionales, como Eduardo Bakchellian,
en este caso preciso jamás pagan, dejando las cuentas a pagar por los
trabajadores, sus familias y el Estado Nacional.
GATIC
S.A. era el mayor fabricante de calzado y ropa deportiva de la Argentina, aunque su
producción podría rondar la cantidad de 2000 productos y no solo deportivos.
La empresa es licenciataria de marcas extranjeras,
cuenta con marcas propias y hasta el momento de su convocatoria en GATIC S.A.
trabajaban 6500 personas.
A
partir del comienzo de los años 90, el proceso de apertura y globalización de
la economía y sobre todo las pésimas y equivocadas estrategias de la
dirección de la Compañía,
completaron un cuadro de deterioro empresarial, que desembocó en la quiebra,
declarada el 14 de septiembre de 2004 por el Juzgado Comercial nro. 7, Secretaría nro, 14 de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, a cargo del Dr. Gutiérrez Cabello, teniendo desde hace más
de un año las plantas paralizadas, no pagando salarios, ni obras sociales, ni
jubilaciones. Con su accionar la empresa condena a los trabajadores y sus
familias a humillaciones y violencias de diversas formas e intensidades, que
van desde una política de desgaste mediante falsas promesas del dueño, o
algún empresario “amigo”, a diversos intentos de desalojo, algunos de los
cuales han tomado estado público, debido a la extrema y excesiva brutalidad
empleada, y que como final ineludible el desempleo y la marginación social de
los trabajadores, cabe destacar que el accionar de la empresa también afecta
en forma negativa los intereses de los acreedores concursales,
teniendo las plantas paradas y abandonadas de no ser por la continua guardia
que mantienen los trabajadores, autorizados por el juez, para que no se
deteriore lo que queda, que son las máquinas y las instalaciones, que generan
nuevas deudas a la gran deuda de la empresa entre la que se destaca, la que
tiene con los trabajadores cercana a los 70 millones de pesos.
Es
por todo lo anteriormente expuesto que los ex trabajadores de las tres
plantas GATIC S.A. Pigüé, deciden juntarse y
conformar la “Cooperativa de trabajo TEXTILES PIGUE Ltda.”. Así, los
trabajadores han decidido asumir el desafío de la continuidad de la firma, ya
que son los mismos que, pese a las malas decisiones de los dueños, y
directivos, llevaron con su trabajo a la Empresa a ser la primera en su ramo.
El
proyecto de la
Cooperativa a manos de los trabajadores permitiría en el corto
plazo manejar volúmenes de producción y empleo equivalente a los mejores
momentos de la empresa, permitiendo no sólo, la recuperación de todos los
puestos de trabajo, sino creando nuevos puestos, y ayudando a reactivar la
industria nacional y la economía local.
Como
reflexión final podemos decir, sin temor a equivocarnos que la situación a la
que llega GATIC S.A. no es sino otro poderoso ejemplo, de la caída de miles
de emprendimientos industriales, consecuencia directa de las tristísimas políticas económicas implementadas por los
gobiernos nacionales de la década de los 90, y el accionar de empresarios
inescrupulosos que, transformaron a nuestra Argentina, de país industrial en
patético free shop, con la secuela de pobreza y
desocupación hasta el momento han querido presentar, como único destino de
nuestra Patria, siendo esta una oportunidad emblemática para revertir en
parte un presente y un futuro que diversos intereses contrarios a la Nación y a su pueblo
quieren presentar como irreversibles.
Es
por todo lo expuesto que solicitamos a los señores legisladores que acompañen
la presente iniciativa.
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