Fundamentos de la Ley 13200
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El licenciado Américo E. Piccagli es sampedrino de nacimiento y licenciado en Diplomacia, egresado de la Facultad de Ciencias Económicas Comerciales y Políticas de Rosario, de la Universidad Nacional del Litoral. Docente por vocación desempeñó distintos cargos en el ámbito de la carrera docente. Fue profesor en establecimientos nacionales y comerciales de las ciudades de San Pedro y Arrecifes, cofundador del Instituto Secundario de Santa Lucía y profesor en el mismo hasta su oficialización. A partir de ese momento actuó como director y profesor del la Escuela de Educación Medía Nro 1 de San Pedro. Oportunamente debió ocuparse de la organización del Centro Educativo de Nivel Medio para Adultos de San Pedro. En 1978 fue designado director organizador "ad honorem" del Museo Histórico Regional Municipal "Fray José María Bottaro". Es director fundador del Centro de Estudios Históricos de San Pedro, miembro titular de la Sociedad Argentina de Historiadores, miembro de la Federación de Juntas de Estudios Históricos locales y regionales, miembro correspondiente de la Junta de Estudios Históricos del Puerto del Buen Ayre e integrante de la Asociación Sanmartiniana de San Pedro. Ha representado oficialmente al municipio de San Pedro en los congresos y jornadas organizados en la provincia de Buenos Aires; ha presentado trabajos en distintas jornadas y cónclaves realizados a nivel provincial y nacional. Fue organizador del "Primer congreso de los puertos del Paraná medio e inferior", en el que participaron historiadores de todo el país, constituyendo el único evento realizado en recordación de los 200 años del partido de San Pedro. Publicó trabajos en revistas oficiales, particulares y periódicos de su ciudad natal; ha dictado conferencias sobre temas de su especialidad en diferentes ciudades de la provincia y en Capital Federal. Hasta aquí una apretada síntesis de la labor desarrollada por el licenciado Piccagli; a continuación corresponde considerar las razones que ameritan esta iniciativa. Las publicaciones que se declaran de interés provincial, en el presente proyecto de ley, desarrollan la historia documental de San Pedro. Se trata de un trabajo de gran envergadura, que pretende cubrir un vacío en la información histórica de una ciudad del interior, nacida en los albores mismos de la colonización, como tantas otras de nuestro país. Las obras analizan desde los días posteriores a la segunda fundación de Buenos Aires hasta la actualidad. El tomo primero, denominado "Del Pago a la Villa", abarca el período que va desde 1580, fecha de la segunda fundación de Buenos Aires hasta 1809, en que se hace conocer en el pueblo una proclama revolucionaria, preanunciando los acontecimientos de Mayo. En él se destacan, como acontecimientos más importantes, la fundación del Convento de los Frailes Franciscanos y la apertura de la Laguna de San Pedro para comunicarla con el Río Paraná. El segundo tomo, titulado "De la Villa al Pueblo" comprende a la etapa que va entre 1810 y 1854 en que se inicia la organización de los municipios en la provincia de Buenos Aires. Período lleno de vicisitudes, de luchas, de vaivenes políticos, ideológicos, relacionados con las disputas internas y los acontecimientos internacionales de la época. La estancia de San Martín en su marcha a San Lorenzo, la "campaña libertadora de Lavalle" y el combate de la Vuelta de Obligado, son hechos importantes de esta etapa. El tomo tercero, apodado "Del Pueblo a la Ciudad" comprende el período que va desde 1854 hasta 1907 en que se declara ciudad a la población cabecera del partido; se destacan en él la construcción del templo mayor de la ciudad, la transformación administrativa y los primeros síntomas de progreso en materia económica, cultural, educativa y de salud de la población. El cuarto tomo analiza los acontecimientos ocurridos desde 1907, hasta nuestros días. Los libros del licenciado Américo Piccagli, ponen en manos del lector, que desea informarse, una labor desarrollada con seriedad y honestidad científica. Un trabajo que le significó mucho tiempo de búsqueda en archivos y en las más diversas fuentes de información. Una tarea en que la interpretación de los documentos fue, -a nuestro juicio-, la más adecuada y criteriosa y es, sin duda, un esfuerzo hecho con amor a San Pedro, y sobre todo, con un gran amor a la verdad. Uno de los aportes más enriquecedores y relevantes de su obra, ya sea por el personaje en sí mismo o por el aporte inédito que se realiza, está dado al establecer el nombre real y fecha de nacimiento de Fray Cayetano José Rodríguez, que ni Bartolomé Mitre, Juan María Gutiérrez, Angel Capurro, Carlos Santana ni su biógrafo más conspicuo -Fray José Pacífico Otero-, ni tantos otros, pudieron establecer. Del mismo modo y siempre con abundancia de referencias biográficas o fuentes documentales nacionales o locales, se encara el análisis del gobierno del brigadier don. Juan Manuel de Rosas, su relación con San Pedro, su oposición a la política de Francia y el posterior enfrentamiento al bloqueo anglofrancés, para concluir con el hito de gloria que es, el combate de la Vuelta de Obligado, tarea que se desarrolla con estricta minuciosidad y conocimiento y donde es posible vivenciar todo el sentimiento y calor de nacionalidad que trasuntan sus palabras. En la investigación e historia del Pago de San Pedro de los Arrecifes, aparecen los inicios de los partidos vecinos: Capitán Sarmiento, San Antonio de Areco, Pago de los Arrecifes, Santiago del Baradero y otros, entrelazándose, en perfecta armonía, hechos historias y situaciones, donde los límites de cada partido no existían, floreciendo datos, vivencias, personajes, y anécdotas que fueron conformando la "gran narrativa documental del pago" más allá de lo concerniente a San Pedro, arrojando un resultado altamente positivo, toda vez que significó un invalorable aporte para futuras investigaciones. De lo expuesto, surge claramente que la obra de este escritor incluye en su análisis, acontecimientos de la política nacional e internacional, como así también temáticas netamente localistas, pero no por ello ausentes de mérito y contenido. El fruto mayor de la dedicación del autor ha sido, en primer término, la preservación de documentos y papeles antiguos, una tarea de casi cuatro décadas. Luego, con ellos redactar una completa crónica de San Pedro. Tarea perfectible como todas, pero que ha venido a cubrir un vacío importante, dando a conocer pormenores ignorados de su pretérito y difundiendo circunstancias de tiempos pasados, aunque algunos pertenezcan a un ayer cercano. Archivos oficiales, privados y del propio autor constituyen la fuente de información, en las que cabe mencionar también al periodismo, las ilustraciones gráficas que acompañan al texto, que presentan lugares e imágenes de distinguidos sampedrinos, ofreciendo llamativos detalles de modas antiguas y rastros arquitectónicos, desaparecidos o subsistentes, de la evolución de San Pedro. Según lo expresado por uno de los prologuistas, "San Pedro cuenta con una obra realizada con el saber y la tenacidad que vuelcan quienes tratan de evitar la destrucción de los documentos que constituyen la memoria colectiva, permitiendo así recrear la vida política, social y económica de una comunidad". Finalmente, es oportuno destacar que la tarea del autor no se circunscribe únicamente a la obra Historia Documental de San Pedro en sus distintos períodos, se completa con: Vidas Sampedrinas y el Calendario Histórico Sampedrino. Su última publicación, "La Argentina Violenta y Contradictoria", constituye un trabajo de carácter histórico nacional y presenta un tema crucial para la argentinidad, porque no se trata de una cuestión de conocimiento de la historia heredada sino de su verdad; una obra que causa asombro entre el público y los especialistas, porque como lo afirma su autor "la historia quiérase o no, es como fue, no como uno quisiera que hubiera sido". Señores legisladores, las obras que propicio se declaren de interés provincial, poseen rigor científico y documental; desarrollan la Historia de San Pedro y reflejan el modo de vida de su pueblo, resaltando en expresivo y justiciero homenaje, las figuras caracterizadas de la ciudad y su zona, como así también a personajes típicos que de otra forma hubieran quedado en el anonimato, contribuyendo a recorrer y conocer la historia y sus hombres, la filosofía, la religión, la política, la economía, el arte, la cultura, el progreso y el paisaje de nuestra provincia. La Constitución de la Nación Argentina, en su capítulo cuarto, Atribuciones del Congreso, artículo 75, inciso 19 in fine establece: Corresponde al Congreso: "Dictar leyes que protejan la identidad y pluralidad cultural, la libre creación y circulación de las obras del autor, el patrimonio artístico y los espacios culturales y audiovisuales". Y el artículo 44 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires, establece: "La Provincia preserva, enriquece y difunde su patrimonio cultural, histórico, arquitectónico, arqueológico y urbanístico, protege sus instituciones. La Provincia desarrollará políticas orientadas a rescatar, investigar y difundir las manifestaciones culturales, individuales o colectivas, y las realizaciones del pueblo que afirmen su identidad regional, provincial y nacional, generando ámbitos de participación comunitaria”. De lo expuesto, surge claramente que el conocimiento de nuestra historia y de nuestro patrimonio cultural y su acrecentamiento permanente, es una obligación de todo argentino, en la medida de sus posibilidades y de sus apetencias individuales, pero configura a su vez un derecho y entonces, no cabe duda, que la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires y el Poder Ejecutivo provincial tienen una responsabilidad fundamental, en una tarea de esta naturaleza. La democracia efectiva es un ejercicio difícil que no niega ni resuelve por sí misma los conflictos, pero sí ofrece un espacio para reflexionar y solucionarlos y nos enseña a horizontalizar, a respetarnos los unos a los otros, a respetar nuestros cuerpos y a respetar el continente de nuestro espíritu, que desde hace milenios, se acumula en ese objeto maravilloso que, -odiado con fanatismo y amado con pasión-, es el libro. El fanático, el autoritario, no soporta la variedad, el colorido, las múltiples opciones. No las soporta ni en el libro ni en la vida, tanto propia, como la histórica, política e institucional. En los libros habita un espíritu que por lo general, pone nerviosos a los fanáticos. Ese espíritu inquietante, es la complejidad humana que en ellos se expresa: contradicciones, miedos, ambivalencias, esperanzas, conflictos, verdades que parecen de granito y se deshacen como arena, testimonios falsos que se presentan como auténticos y auténticos testimonios que nos invitan a reflexionar, nos proporcionan diferentes emociones y nos enseñan la realidad, las paradojas y los caprichos de la historia de las instituciones, de los pueblos y de la vida misma. Honorable Cámara: En mi carácter de legislador de la provincia de Buenos Aires, someter el presente proyecto, a consideración de este Cuerpo, representa un deber no exento del orgullo que naturalmente siento como sanpedrino y el honor que me significa contribuir, en la medida de mis posibilidades, a que se reconozca y difunda la historia de mi ciudad y su región, sus costumbres, su gente y su acervo cultural. El licenciado Américo Piccagli ha escrito una obra que merece nuestro reconocimiento y gratitud. Solicito a mis pares compartan este sentimiento y me acompañen con su voto favorable.
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