Fundamentos de la

Ley 13838

 

            Don Riziero Preti fue administrador y apoderado general de los bienes de las hermanas Inés y Eugenia Turdera, herederas del catalán Luis Puig, se ocupó de trazar los planos e hizo realizar el primer remate de tierras en la localidad de Témperley, a través el martillero Risso Patrón.

            Era común en él, donar una partida de ladrillos provenientes del horno que creó en sociedad con el señor Becco, para contribuir a las primeras edificaciones, establecimiento que se encontraba ubicado donde actualmente funciona la firma Strianese Hnos.

            Con fervor progresista, este visionario inicia la construcción de la Iglesia San Pablo, en enero de 1910, procede a realizar el trazado de la plaza local llamada Colón (hoy San Martín), impulsando el teatro, primera expresión artística del lugar en el que se produce la asombrosa innovación tecnológica de la proyección de cintas cinematográficas.

            Fue Preti además, titular de la concesión de tranvías de Turdera, en 1910, por el plazo de veinte años, el que se inauguró el 24 de setiembre de 1910, cubriendo primero la distancia desde 25 de Mayo y Meeks hasta Necochea y 9 de Julio; en 1911 llegaba hasta Turdera. Se instaló más tarde un ramal hasta el Hospital Español.

            Entre las múltiples acciones que posibilitaron el desarrollo de la zona, no podemos soslayar el decidido trabajo y apoyo que este pionero dispensó para lograr la iluminación a gas, el comienzo del edificio del Colegio de Santa Inés, y la fundación de los primeros clubes de Turdera.

            La localidad le debe mucho a este vecino, cuya existencia no tuvo descansos en tareas comunitarias para convertir al incipiente pueblo en la gran localidad, orgullo de sus pobladores.

            Su hogar entonces, es un punto de referencia inexcusable para quienes desean conocer la historia de la región, y el inmueble que le perteneciera, hoy en poder de sus herederos, mantiene vivo el recuerdo de los antepasados y precursores que contribuyeron a la grandeza del lugar, y permite admirar su particular arquitectura típica de una época maravillosa e irrepetible.

            Los riesgos edilicios, la cuestión tributaria, y los peligros de embargos que acechan a la propiedad, hacen necesario la intervención del estado en la forma que promueve el proyecto cuya aprobación alentamos, esto es, mediante la formal declaración de patrimonio histórico y cultural al inmueble, preservando de esta manera un testimonio invalorable de la historia de Turdera, a la vez que se retribuye tan solo una parte de la inmensa deuda de gratitud hacia los pro-hombres que le dieron origen y posibilitaron su crecimiento.

            Es por ello que, en consonancia con el pronunciamiento del Honorable Concejo Deliberante de Lomas de Zamora, se solicita a los señores legisladores el tratamiento favorable de la iniciativa.