Fundamentos de la

Ley 13894

 

Sabemos hoy que el consumo del tabaco es una de las principales causas de muerte en nuestra Provincia, según datos epidemiológicos extractados del último censo elaborado por la Dirección de Información Sistematizada del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, que considera que el cáncer de pulmón tiene una incidencia mucho más elevada en los fumadores, respecto de los no fumadores, y cuantificados ésta, que de cada 12 muertes por cáncer de pulmón, 11 corresponden a fumadores activos.

La incorporación de la mujer al tabaquismo ha producido un fuerte aumento en el cáncer de pulmón femenino, que en algunos países ha desplazado al cáncer de mama como primera causa de enfermedad maligna de muerte.

El tabaquismo además es la principal causa de Epoc, (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica.), ya que el consumo de cigarrillos produce enfisema y bronquitis crónica, y de esta forma ocupa la tercera causa de muerte en los países desarrollados; Si se excluyen los accidentes, se considera que esta es la causa más importante de invalidez respiratoria; La mortalidad por bronquitis crónica y enfisema es 6 veces superior en los fumadores, por favorecer infecciones reiteradas y/o graves del aparato respiratorio, y estar relacionado con la aparición del asma bronquial en los niños de familias fumadoras, o convivientes con fumadores activos por ser considerados fumadores pasivos, hecho que se acrecienta en la medida que sus dos progenitores sean fumadores.

Otro dato de no menor importancia, es que se ha comprobado que los hijos de mujeres fumadoras activas o pasivas pesan hasta 430 gr. menos, al nacer en promedio. Los hijos de fumadores tienen más riesgo de muerte al nacer. Los lactantes hijos de fumadores tienen más riesgo de muerte súbita. Los hijos de fumadores tienen más enfermedades respiratorias, todo esto cuantificable por datos de la vista epidemiológicos extraídos de bases de datos del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires. Durante la lactancia materna en fumadoras activas y pasivas, la nicotina pasa a la leche y es ingerida por el bebe, ocasionando tal vez o estimulando a futuro la adicción de ese individuo, aparte de los daños directos por el contacto con los tóxicos.

Por otra parte sabemos que el tabaco, con sus componentes químicos, presentes en los cigarrillos, habanos, tabaco suelto, u otros, es una fuerte causa de adicción, tanto física como psíquica, se presume que es la puerta de entrada a otros tipos de adicción de mayor impacto en la salud y en la sociedad, con resultados mucho más negativos y a corto plazo, produciendo una  importante repercusión social y daño a la vida colectiva, o dicho de otra manera es la entrada a un flagelo social como la drogadicción, y otras desviaciones, que sus males están al alcance de todos.

En la provincia de Buenos Aires existe un número de fumadores no inferior al 30 % de los habitantes es decir que esta cifra, pone en un alerta generalizado a los sistemas de salud tanto en los efectores privados como en la red pública provincial, ya que si consideramos que la edad promedio de comienzo o adicción al tabaco es de 12 años, se estarían planteando serios inconvenientes para los años venideros cuando esta población expuesta tenga alrededor de 40 años.

El tabaquismo es un problema de salud social relacionado con las políticas nacionales y provinciales, por lo cual es necesario establecer normas de salud pública provincial, que apoyen cambios de estilo de vida, en lo relativo a la prevención y control del tabaco.

Otro aspecto a tener en cuenta y muy presente es el hecho de que hoy la ciencia considera que existen dos tipos de fumadores, por un lado los fumadores activos que son quienes consumen en forma continua cigarrillos, habanos, tabaco suelto en pipa, u otras formas, con un ingreso activo o voluntario de nicotina, alquitrán y otros tóxicos a su organismo y por otro lado los fumadores pasivos que son aquellos que por convivencia, vecindad o por solo compartir áreas de su vida cotidiana laboral, con fumadores activos incorporan a su organismo involuntariamente el tabaco y sus derivados, en dosis si bien menores que los fumadores activos, suficientes para producir daños reales a su salud, cuantificables estadísticamente.

Por lo que venimos exponiendo es que debemos enfocar nuevas pautas o redirigir nuestras acciones en dos sentidos, por una parte debemos apuntalar los alcances de leyes que frenan la publicidad y limitan la venta indiscriminada de tabaco, hacia todas la fracciones de la sociedad, especialmente hacia los menores y jóvenes, y por otro lado debemos limitar las posibilidades de consumo de tabaco en todos los lugares públicos sean estos privados o estatales, considerando además, una fuerte campaña dirigida por las autoridades educativas provinciales de información y educación, considerando no solo las complicaciones de la adicción sino también las causas asociadas de morbilidad y mortalidad que van de la mano con el consumo de tabaco.

Debemos proteger a nuestra infancia ya que hacia ellos está dirigida la mayor parte de las pautas publicitarias, con información subliminal, capaz de desarrollar conductas sociales, o "por imitación" de personajes ficticios, que hacen que nuestros niños sean vulnerables a la adopción del vicio de consumir tabaco.

Nuestras leyes nacionales indican la no venta a los menores de edad, el agregado de leyendas que informen a los consumidores de los riesgos del tabaquismo, contenidos en el tabaco tanto dosis como ingredientes presentes, horarios de publicidad, pero de ninguna forma limitan el consumo en cualquier lugar o circunstancia, por lo que sus resultados son en realidad medianamente satisfactorios.

Por eso, hoy nosotros consideramos que se deben encauzar nuestros actos en esos dos sentidos, primero debemos adherir con fuerza a estas leyes nacionales que regulan todo lo concerniente a la publicidad y difusión de los efectos nocivos del tabaco, y por otra parte como Estado debemos proteger al fumador pasivo es decir a aquel ciudadano que está expuesto a los tóxicos, contra su voluntad, o sin conocimiento del hecho, y que carece de herramientas para hacer valer sus derechos.

Por lo antes mencionado es que propongo crear una ley que ponga pautas férreas y que otorgue al Poder Ejecutivo herramientas para proteger el bienestar de los bonaerenses mediante medidas tales como, prohibición de fumar en reparticiones públicas provinciales, o en todo espacio cerrado abierto a la comunidad, con limitaciones estrictas para los fumadores, y en establecimientos comerciales tales como bares, confiterías, restaurantes, hoteles, y otros, con las medidas de protección para el no fumador, y separando de forma bien clara, los sitios asignados a los "fumadores", y no al contrario como es en la actualidad, asimismo deberán contar con los medios para sacar el humo en aquellos lugares que el espacio sea común para los distintos grupos.

Las medidas deben ser fuertemente apoyadas en el área dependiente de la Dirección General de Escuelas, ya que por la influencia de la conducta social de fumar, y por imitación, es donde más vulnerables son nuestros niños, por lo que se deberá prohibir fumar, a la totalidad de los trabajadores de la educación, en las dependencias de trabajo, aplicando sanciones importantes para este grupo de bonaerenses, responsables de el futuro directo de nuestras venideras generaciones de bonaerenses.

Es por todo lo expuesto que pido a los señores legisladores me apoyen con su voto afirmativo.