FUNDAMENTOS DE LA LEY 14706

Ernesto “Semilla” Ramírez nació el 12 de enero de 1930 en General Lamadrid, provincia de Buenos Aires. Ingresó como trabajador (peón) en el comedor universitario de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) el 15 de setiembre de 1952. Poco después, en 1956, es elegido delegado gremial por sus compañeros.

Posteriormente, el 15 de julio de 1959, pasó a la Facultad de Bellas Artes, donde desempeño su oficio de electricista y participó activamente en el teatro de la UNLP. Luego en 1965, tras el triunfo de su agrupación gremial asume como secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Universidad Nacional de La Plata (ATULP).

En marzo de 1975 durante el gobierno de Isabel Martínez, el ministro de Educación, Ivanissevich, vuelve a intervenir el sindicato. Luego del golpe de Estado del ’76 y con la organización en manos de los militares, Ernesto Ramírez debe ocultarse no solo para salvar la vida, sino también para continuar la lucha, esta vez desde la clandestinidad.

Semilla Ramírez fue Secretario General de ATULP durante el período 1965-1975, o sea, hasta la intervención, desde el punto de vista legal; pero lo siguió siendo por legítimo mandato de sus compañeros. Es decir, lo era cuando fue detenido-desaparecido el 1 de setiembre de 1977 en un operativo de las fuerzas armadas, en el que se utiliza una tanqueta, fue secuestrado y su casa es destruida.

Desde ese día “Semilla” forma parte de los miles de detenidos-desaparecidos que dio el peronismo a la causa nacional y popular.

Pero, como muy bien ha señalado el cro Ángel Rodríguez, actual secretario de Derechos Humanos de la organización: “Para los trabajadores no-docentes de la UNLP, los procedimientos de la dictadura genocida cívico militar comenzaron antes del 24 de marzo de 1976, ya que el 8 de octubre de 1974 fueron asesinados Rodolfo “Turco” Achem y Carlos Miguel, por la Triple A, y el 6 de marzo de 1975 un nutrido grupo de hombres invadieron nuestra sede gremial, ocupando y designando un interventor. Fue entonces que antes de salir de la casa, nuestro secretario General, Ernesto “Semilla” Ramírez, dijo: “Podrán ocupar y destruir este edificio, esta casa que más tarde o más temprano se recupera y se reconstruye. Pero lo que no podrán apagar ni hacer desaparecer es el ATULP hecho conciencia que llevamos adentro de cada uno de nosotros”. http://www.unlp.edu.ar/articulo/2011/3/22/la_dictadura_civico_militar_no_pudo_apagar_ni_desaparecer_la_conciencia.

Para tener una idea de su concepción antiburocrática y el testimonio de su entrega permanente a la defensa de los compañeros, destacamos una de sus consignas: “LA DEMOCRACIA PARA LOS TRABAJADORES ES LA DECISIÓN EN IGUALDAD DE CONDICIONES.”

“Semilla” Ramírez tenía valores de clase, sus conductas estaban regidas por una serie de principios: actuar con total fraternidad con sus compañeros/as de trabajo; valorar las opiniones cualquiera fuera su procedencia partidaria; tener confianza en las decisiones tomadas por una asamblea de trabajadores/as; respetar y hacer respetar la opinión de cualquier integrante de la asamblea; no hacer uso de cargos sindicales para beneficios personales; no discriminar; aceptar y hacer respetar las resoluciones tomadas en las asambleas aunque no fueran sus propuestas; consultar a los trabajadores y trabajadoras mediante métodos democráticos cada paso que daba en representación de todos/as; poner por sobre sus intereses personales los intereses del conjunto.

Sus compañeros de entonces coinciden en que “fue un militante de fierro, un dirigente intachable, de esos que hubo pocos en el país. De una capacidad de trabajo enorme, que vivía para sus compañeros, los trabajadores de la Universidad Nacional de La Plata. Fue ejemplo de dirigente sindical, una persona extraordinaria, solidario como pocos”.

Por estas razones es que solicitamos a los señores diputados nos acompañen en esta iniciativa.