Fundamentos de la

Ley 13760

 

El 4 de septiembre del año 1910 con motivo de la celebración  del Centenario de la Revolución de Mayo de 1810, la municipalidad de Zárate por iniciativa del entonces intendente del partido Don Domingo Palacios y del presidente del Honorable Concejo Deliberante Don Luis Güerci, decidió localizar en la Plaza Mitre frente al Palacio Municipal un conjunto escultórico y estatuario en homenaje al Tribuno Don Leandro Nicéforo Alem, fundador de la Unión Cívica que a posterior diera origen a la Unión Cívica Radical en el año 1891.

La obra que fue encargada al escultor español Don Manuel Basterra comprende por una parte la estatua en bronce del caudillo radical en su clásica postura al dirigir su encendida palabra y por otra al basamento de mármol que proyecta hacia el espacio la imagen del Tribuno e incluye la figura de un grueso árbol caído simbolizando su muerte. Todo el conjunto está dotado de un particular movimiento que impacta al observador por la dinámica conceptual  que motivara a su escultor.

Dada la fecha de su emplazamiento este expresivo monumento fue uno de los primeros levantados en el país en homenaje a Alem y constituyó una innovación artística para el momento de su inauguración, no hallándose demasiados ejemplos de igual envergadura dedicados al caudillo Radical. También representó una osadía política de Don Luis Güerci, pues por entonces tanto el gobierno nacional como el provincial no representaban  a la corriente del Radicalismo, todavía en ciernes.

Paradójicamente, dos meses más tarde, Güerci mudó al Conservadorismo y se convirtió en uno de sus más poderosos dirigentes bonaerenses, ocupando la Intendencia municipal de Zárate, amén de otros importantes cargos legislativos y funciones partidarias y llegando a dominar la escena política local y seccional por más de cuatro décadas consecutivas.

Leandro Nicéforo Alem nació en Buenos Aires en 1841 y muy joven aún en 1865, abandonó sus estudios de derecho para marchar como voluntario a la sangrienta guerra que la Argentina estaba librando contra el gobierno paraguayo de Francisco Solano López.

De regreso del conflicto, Alem se reincorporó a sus estudios, graduándose y dedicándose al mismo tiempo a la política, que fue la absorbente pasión de su vida. Demócrata y antiautoritario, en 1868 se unió al Partido Autonomista de Adolfo Alsina, donde pronto se destacó por sus dotes, oratorias y el espíritu incisivo que mostraba en los debates públicos de la época. Elegido diputado provincial, no tardó en ocupar escaños de diputado y senador en el Congreso Nacional argentino.

Después de pasar unos años alejado de la política, organizó en 1890 un levantamiento armado contra el entonces presidente Miguel Juárez Celman, que se vio obligado a abandonar el poder. Fue entonces cuando Alem promovió la fundación de la Unión Cívica Radical, partido muy importante en la posterior evolución política del país.

Desde aquel momento, Alem fue considerado con propiedad como un verdadero tribuno del pueblo. Ante el estado de corrupción reinante, en 1893 inició una nueva insurrección, en la que fracasó. Decepcionado por el alejamiento de muchos de sus partidarios, se suicidó en Buenos Aires en 1896, en un gesto que conmovió al país.

En virtud de los fundamentos expuestos, solicito a las señoras y señores legisladores que acompañen con su voto afirmativo el presente.