Fundamentos de El Puente Viejo, emplazado en el río de Areco, partido de San Antonio de Areco, es una construcción de escasa longitud que une la ciudad con el campo. Su construcción fue un decisivo factor de progreso al facilitar la comunicación en la unión de ambas riberas, ya que de otro modo, resultaba difícil su cruce que debía hacerse por algún vado y en época que no fuera de creciente. Para conocer la historia de dicho puente es menester recordar que por el año 1854, atento la necesidad de generar la construcción de una obra de estas características y la falta de recursos para llevarla a cabo, se formó una asociación anónima para la construcción de un puente en el Río San Antonio de Areco, cuyo capital estaba representado por acciones nominales pero transferibles de 500 cada una las que serían reembolsadas con el producido del derecho de peaje que se cobraría por el uso del puente. Dicho proyecto obtuvo sanción favorable en mayo de 1855 por el Ministerio de Gobierno de la provincia de Buenos Aires. Así, el 17 de junio de 1857 la citada cartera de gobierno comunicó oficialmente al juez de Paz de la municipalidad de San Antonio de Areco la autorización para la realización de ese anhelado emprendimiento. Cabe destacar que se trató de una obra de bien común ajena al espíritu de lucro, ya que solo 6 de los suscriptores de la sociedad anónima aportaron capital con el fin de beneficiarse con el cobro de intereses, en tanto que los restantes limitaron sus derechos a la sola restitución del capital invertido y en algunos honrosos casos que cabe recordar, como los señores José Iglesias, Ciriaco Cardia, J. Pereira, Juan Almagro y Mariano Martínez donaron capital y utilidades a la municipalidad. Por ello, si bien durante los primeros años se cobró un derecho de paso para solventar los gastos que demandó su construcción, que con el tiempo fue suprimido por nuestra legislación, siempre brindó sus servicios en favor del bien común significando un importante e indudable factor de desarrollo para la región que no debemos olvidar. Posteriormente, en reconocimiento a su trascendencia y valor histórico y cultural el Puente Viejo fue declarado Monumento Histórico por Ordenanza Municipal 315 en la sesión del 7/11/1958 en el Honorable Concejo Deliberante de San Antonio de Areco. Por otra parte, más allá de las consideraciones realizadas precedentemente, cabe recordar que Ricardo Güiraldes lo inmortalizó a través de su obra, Don Segundo Sombra y lo entroniza como símbolo de su poesía: "...en las afueras del pueblo, a una diez cuadras de la plaza céntrica, el puente viejo tiende su arco sobre el río uniendo las quintas al campo tranquilo..." También muchos pintores lo han plasmado con sus pinceles. Pero, lamentablemente, su riqueza cultural e histórica resulta ensombrecida por el paso de los años. En efecto, su estructura se ha ido deteriorando con riesgo cierto de derrumbarse, motivando la preocupación y reclamo permanente de la población, instituciones intermedias y autoridades locales para lograr su restauración, conservación y mantenimiento adecuada de una obra del siglo pasado, tan cara a los recuerdos y sentimientos de los bonaerenses y que anida una parte de nuestra historia común. Los esfuerzos y las acciones llevadas a cabo desde distintos ámbitos han sido insuficientes y es menester solucionar a la brevedad dicho cuestión con la adopción de medidas pertinentes. En este sentido, consideramos que resulta procedente su declaración como bien del Patrimonio Cultural de la provincia de Buenos Aires, a fin de lograr su conservación y preservación de un sitio histórico de esta entidad, resguardando de este modo la memoria colectiva de los argentinos. Por ello, impulsamos el presente proyecto de ley, insistiendo en la importancia del valor que adquiere desde el punto de vista histórico, cultural y sentimental este sitio de nuestra Provincia que debe ser valorado y resguardado debidamente, y pertenecer al patrimonio cultural de los argentinos. Con el entendimiento que es deber insoslayable de todos ocuparnos por el mantenimiento de los bienes vinculados con la identidad de nuestro pueblo, y de este modo, transitar por el camino que nos conduzca al crecimiento firme y sostenido como nación, nos sumamos al sentir de una comunidad sensible a la conservación de este lugar histórico. Por lo expuesto, impulsamos la presente iniciativa, e invitamos a los señores diputados de esta Honorable Cámara para que nos acompañen con su voto favorable en su oportuno tratamiento. |