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Fundamentos
de La idea de nacionalidad y la reivindicación de la identidad cultural de un pueblo revisten una importancia trascendental de esta etapa de globalización de la cultura. Arturo Jauretche es una figura paradigmática en la defensa de los intereses nacionales y populares, en torno al objetivo de la patria grande y en la estrategia de recuperar la solidaridad en todos los sectores sociales para la construcción de la identidad nacional y la defensa del patrimonio cultural, social, espiritual y material de nuestro pueblo. El aporte de don Arturo Jauretche a la formación de nuestra cultura, y su permanente denuncia de los intereses negativos de la colonización cultural perduran en una verdadera teoría nacional del conocimiento, y posibilita a las nuevas generaciones adquirir un punto de vista argentino en el análisis de los problemas del presente, aunque estos tengan origen en la crisis global. Jauretche fue un político peronista de origen radical, sus méritos son reconocidos por todos los sectores políticos y las nuevas generaciones; Jauretche convoca consensos y se eleva cuando se recuerda su compromiso militante y su intachable conducta como hombre público. Arturo Martín Jauretche nació el 13 de noviembre de 1901 y falleció el 25 de mayo de 1974. Para celebrar el centenario de su nacimiento se propone la declaración del año 2001 como Año Jauretcheano, a fin de que, en el marco de sucesivos eventos, se rescate el perfil de esta personalidad de la política y de la cultura. El espíritu de FORJA, tan necesario en estos días de oscurantismo ideológico, como su pensamiento polémico en torno de las zonceras argentinas, a los profetas del odio, al medio pelo, pueden promover el nuevo debate que la sociedad argentina necesita darse en torno a los ejes fundamentales de su identidad. Esta propuesta del año jauretcheano no es tan solo para la memoria y homenaje de un hombre de nuestra cultura. Es fundamentalmente para promover que el pensamiento jauretcheano nutra los nuevos foros de discusión acerca de nuestro futuro, a partir del presente, así como nuestro presente signado por nuestra historia. Nada mejor que el pensamiento jauretcheano para realizar una lectura política de la historia que nos abra una lectura histórica de la política, trascendiendo anécdotas, coyunturas o apariencias. Por lo expuesto, solicito a los señores diputados me acompañen con su voto positivo para la aprobación de este proyecto de ley. |