Fundamentos de la Ley 13147
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RESEÑA HISTÓRICA
A partir de la década de 1920 se comenzaron a generar en la ciudad de Bahía Blanca proyectos que tenían como meta la creación de una universidad. En 1924 por el diputado Mario Guido, para crear lo que se denominó Universidad Nacional de la Costa Sur, y luego le sucedió la iniciativa realizada por Samuel Allperín en 1939 con el fin de lograr la organización de lo que se dio en llamar Universidad Nacional del Sur. Estos no recibieron una respuesta satisfactoria por parte de las autoridades nacionales y fueron olvidadas.
El siguiente intento tuvo lugar en el año 1940. La institución llevó el nombre de Universidad Nacional del Sur y abrió sus puertas con una inscripción de doscientos alumnos, que podían optar por carreras de Ingeniería, Química y Ciencias Económicas. Las dificultades financieras que comenzó a experimentar la entidad, impulsaron en sus creadores, la necesidad de obtener el apoyo permanente del Estado, lo que se concretaría mediante la creación de una universidad nacional con sede en la ciudad.
Las gestiones por incorporarse a una institución existente, se orientaron hacia la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Pese a la favorable opinión emanada de los informes que propusieron la creación de un Instituto Tecnológico dependiente de la UNLP, la iniciativa no se concretó como consecuencia de la crisis político- institucional provocada por el golpe militar del 4 de junio de 1943. Finalmente la Universidad del Sur, carente del apoyo económico estatal cerró sus puertas en mayo de 1944.
Así, el Instituto Tecnológico del Sur (ITS) fue creado el 9 de octubre de 1946, a través de la ley provincial Nro. 5.051, proyecto encaminado por el diputado provincial Miguel López Francés. Su inauguración tuvo lugar el 5 de febrero de 1948.
La nueva institución presentó desde su creación un perfil tecnológico que la diferenciaba del resto de los centros universitarios del país. Contó inicialmente con tres Escuelas Superiores de Ciencias Comerciales, de Ingeniería Industrial, y de Química Industrial.
La dirección del ITS quedó en un principio en manos del diputado Miguel López Francés y de un reconocido docente local, Santiago Bergé Vila, como rector y vicerrector respectivamente.
Al promediar 1951 y como parte del proyecto tecnológico orientado a la producción, las autoridades del ITS promovieron la creación de una Escuela agrícolo- ganadera, que tuviera como meta la preparación de profesionales de dicha área del conocimiento. De esta manera se respondía a la necesidad regional para las explotaciones rurales. Lamentablemente pese a que la creación de la Escuela de Agronomía y Veterinaria estaba contemplada en el proyecto inicial del ITS, su conformación no tuvo lugar hasta el año 1957 cuando se creó el Departamento de Agronomía.
Debido a su estructura interna y la meritoria labor desarrollada por el ITS en su etapa inicial, que corroboraba su carácter universitario, se dispuso en 1950 por decreto del Poder Ejecutivo Nacional que finalizara su dependencia del Ministerio de Educación de la Nación y que se lo anexara a la Universidad Nacional de La Plata. Esta última estableció un reglamento que dirigía las actividades de la institución bahiense y en su primer apartado definió su perfil:
Artículo 1.- Carácter y finalidad: El Instituto Tecnológico del Sur es un Instituto Superior de enseñanza universitaria, cuyas finalidades primordiales son: la investigación científica y la formación profesional y técnica dentro del campo de las disciplinas tecnológicas y las ciencias aplicadas al comercio, la industria y la producción agropecuaria, contemplando sustancialmente las necesidades superiores del pueblo argentino, y en particular las regiones del sur de la provincia de Buenos Aires y de la Patagonia.
Posteriormente los cambios de índole político acaecidos en el gobierno provincial, repercutieron sensiblemente en su funcionamiento. El recambio ocurrido en la gobernación de la provincia de Buenos Aires a fines de 1952, fue el inicio de una sistemática campaña de persecución hacia los miembros del anterior gabinete, entre los cuales se encontraba el Dr. Miguel López Francés junto a un nutrido grupo de funcionarios de origen bahiense. Esta situación afectó también el normal desempeño de las instituciones y organismos creados durante la gobernación de Domingo Mercante, entre las cuales se hallaba el ITS. La institución fue intervenida y a su cargo se nombró al Ing. Juan Rioja, quitándosele la categoría universitaria, volviendo el Instituto a depender del Ministerio de Economía de la Nación. La intervención se extendió hasta fines de 1953. Con posterioridad se normalizó la situación, nombrándose al Ing. Bartolomé Schelotto como nuevo rector. En este mismo año, egresó del Instituto el, primer ingeniero, Nereo Roberto Parro, oriundo de Tornquist.
Los acontecimientos políticos acaecidos en el país en septiembre de 1955 afectaron sensiblemente la labor del ITS, que fue intervenido por la autoridad militar naval que controlaba la región, que nombró el 25 del mismo mes al profesor Pedro González Prieto como interventor.
Las nuevas autoridades dispusieron el cierre de la casa de estudios, al mismo tiempo que se iniciaba una activa campaña que tenía como finalidad la creación de una universidad, que tuviera como base al ITS. Finalmente por un Decreto-Ley 154/56 del Poder Ejecutivo Nacional del 5 de enero de 1956 se dispuso la creación de la Universidad Nacional del Sur. La materialización de esta disposición tuvo lugar el día 11 del mismo mes, cuando arribó a la ciudad el Ministro de Educación Atilio Dell' Oro Maini.
La universidad se erigía en el séptimo establecimiento en su tipo del país y en la primera situada en el sur.
Desde sus orígenes y a lo largo de toda su trayectoria la UNS se caracterizó por ser un foco de atracción de estudiantes de Bahía Blanca, y de una amplia región del sur del país, quienes a pesar de la creación de otras instituciones similares siguen optando por ella gracias a su excelencia académica. El incremento de la oferta educativa modificó el perfil de la casa de estudios y lentamente dejó de ser una universidad inclinada hacia las ciencias exactas e ingenierías, para fortalecerse en otras áreas del conocimiento como las ciencias sociales, informática y ciencias biológicas, y de esta forma ampliar su oferta educativa.
PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO
Desde sus orígenes la institución no solo incrementó su patrimonio académico e intelectual sino también sus bienes inmuebles, muchos de ellos de gran valor arquitectónico. En un primer momento la mayor parte del actual patrimonio de la Universidad Nacional del Sur, pertenecía al Instituto Tecnológico del Sur.
· El edificio del Rectorado del Instituto Tecnológico del Sur
La sede inicial del ITS se ubicó en el sector céntrico de la ciudad, en el edificio que ocupaba la antigua Escuela de Comercio local en la calle Rondeau 29. En ese inmueble se aglutinaba la actividad tanto académica como administrativa. Posteriormente, luego de crearse la UNS siguió siendo empleado para tareas similares, hasta que en el año 1975 fue definitivamente cerrado luego de sufrir un atentado. Actualmente el inmueble se encuentra en espera de tareas de restauración y puesta en valor, las cuales se han postergado como consecuencia de la falta de fondos.
· La sede del Rectorado de la Avenida Colón
En el año 1950 el ITS adquirió un lote en la Avenida Colón 80, en el cual se construyó el edificio del actual rectorado. La obra fue ideada por el Arq. Manuel Mayer Mendez, un reconocido arquitecto español radicado en Bahía Blanca, y construida por la empresa Francisco Luisoni e hijos, una tradicional empresa local. Inicialmente el edificio fue la sede de algunos departamentos del ITS y luego de la UNS, para luego convertirse en sede de la administración central.
· Complejo de Avenida Alem
Las obras del complejo de Avenida Alem 1215 se iniciaron el en el año 1951, aunque su inauguración se realizó en 1960.
Para albergar todas las dependencias se utilizó un terreno lindante con el Parque de Mayo. El edificio cuenta con una fachada de reminiscencias griegas, mansardas de corte francés y volúmenes simples al lado de partes con juego de entrantes y salientes; y la planta del edificio está conformada por un cuerpo central y dos laterales que se extienden sobre las calles San Juan y Córdoba.
Sus lineamientos monumentales lo emparentaban con otras construcciones oficiales de la época como la Facultad de Derecho (Buenos Aires) y la fundación Eva Perón (Hoy Facultad de Ingeniería, UBA). Pero aquí no se trataba de un único edificio sino de todo un complejo.
· Fuente de Lola Mora
Sobre la explanada se puede disfrutar de una gran obra de arte "La fuente de Lola Mora", realizada por Dolores Mora de la Vega; construida en 1978, con motivo del sesquicentenario de la ciudad. Su diseño corresponde a José María Pascualetti e incluye dos capullos o flores con ninfas cinceladas. Las mismas habían sido donadas por la familia del ex rector López Francés y hasta ese momento se encontraban guardadas en un depósito aledaño. En la actualidad constituye un sitio referencial de la ciudad y es una de sus postales más difundidas. La autora, quien fuera la primera escultora argentina, nacida en Tucumán, realizó sus estudios primarios brillando en las clases de arte. Su gran talento la llevó a Buenos Aires y más tarde a Roma, llegando becada por el gobierno argentino. La calidad de sus obras le dio fama en toda Europa, en la Argentina hay varias esculturas suyas, en Buenos Aires, Jujuy, Tucumán, Santa Fe, etc.
· El Club Universitario
Casi al mismo tiempo que la concreción de este conjunto se efectuó la compra de La Sportiva, inaugurado en junio de 1925, que se convirtió así en el club del instituto. Finalmente cuando el 12 de enero de 1956 llega el Dr. Atilio Dell’ Oro Maini a inaugurar la Universidad Nacional Del Sur, el complejo pasa directamente a ser sede de este nuevo centro de estudios.
El mismo se encuentra lindero al actual complejo de la calle Alem y fue completamente restaurado en la época de 1990.
Este edificio, obra del ingeniero Adalberto Pagano, se caracterizó por el repertorio estilístico pintoresquista.
La implantación no estaba condicionada por la trama urbana y así se podía pensar en diseños abiertos, aprovechando las disponibilidades de mayores terrenos y teniendo en cuenta el sitio, las orientaciones o una posición ventajosa.
La sensación general de espontaneidad se acentúa con los cuerpos salientes y los voladizos.
La carpintería era uno de los rubros más importantes y abarcaba no sólo la construcción de puertas, ventanas y del techo, sino también la boisserie y los artesonados de los cielorrasos, algunos de los cuales todavía se conservan.
· La Casa de la Cultura
La casa tiene una superficie de 563 metros y antiguamente ofició como casco de la quinta "El Buen Retiro", que a comienzos de siglo pertenecía a Don Eladio Bautista. Posteriormente la residencia de estilo colonial fue adquirida por la familia Olaciregui, que encargó su restauración al Arq. Mayer Mendez y al Ing. Arango. Finalmente el 29 de abril de 1956 el inmueble fue rematado y adquirido por la UNS, que lo destinó para ser utilizado por el Instituto de Edafología e Hidrología, para seguidamente en 1985 dedicarlo, luego de una restauración, a las actividades culturales y recreativas. Durante las tareas de refacción y remozado se respetó el estilo original. Entre las obras se repararon pisos, paredes, puertas, ventanas y pisos cerámicos, de acuerdo a los modelos primigenios. También se rescataron diversas piezas de decoración, como picaportes en forma de animales y el aljibe ubicado en el centro del patio español.
Este complejo universitario, gracias a su aporte urbanístico, arquitectónico, educativo y cultural para la ciudad de Bahía Blanca y su acontecer cotidiano, merece el apoyo permanente de sus ciudadanos y de cada bonaerense; y, es este el motivo del presente proyecto.
Teniendo en cuenta que la Constitución Nacional en sus artículos 41 y 42 incentiva al estado argentino a la incorporación de los monumentos históricos con la meta última de la integración en orden a la protección del patrimonio cultural, y que la Constitución de la Provincia de Buenos Aires en su artículo Nro. 44 expresa que la provincia preserva, enriquece, y difunde su patrimonio cultural, histórico, arquitectónico, y urbanístico, y protege sus instituciones, es que se solicita a los señores legisladores que acompañen con su voto favorable a este proyecto.
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